La semana pasada tuvo lugar un accidente de un helicóptero S-70i Black Hawk de la Fuerza Aérea de Filipinas durante una misión de entrenamiento nocturno en el que perdieron la vida seis personas. El helicóptero pertenecía al Ala Táctica 205º (205th Tactical Wing) y se precipitó cerca de la Base Aérea Colonel Ernesto Rabina en Capas, en la provincia de Tarlac, donde está asignada la unidad. De inmediato el Secretario de la Defensa Nacional de Filipinas, Delfin Lorenzana, ordenó la inmovilización de la flota de Black Hawks hasta completar una investigación destinada a conocer las causas del accidente.
Se trata de un aparato nuevo, fabricado por PZL Mielec la filial polaca de Sikorsky (del grupo Lockheed Martin), como parte del contrato de 16 aparatos firmado en abril de 2019 por valor de 241 millones de dólares, materializado en virtud de la Ley de Modernización de las Fuerzas Armadas de Filipinas. Se firmó un acuerdo gubernamental entre Filipinas y Polonia que convertía al país asiático en el noveno cliente internacional de los Black Hawk fabricados en Polonia.
El primer lote de seis helicópteros Black Hawk se entregó en diciembre de 2020, otro lote de cinco aparatos llegó a comienzos de este mes y el tercer y último lote de cinco aparatos se entregará a finales de este año. Los aparatos del primer lote estaban siendo utilizados en misiones de asistencia humanitaria y operaciones de respuesta a desastres, incluyendo la distribución de vacunas para el COVID-19 y otros suministros médicos. La afirmación de que se trataba de un vuelo previo a la entrada en servicio del helicóptero sugeriría que se trata de un aparato del segundo lote recibido en la base aérea de Clark el pasado 7 de junio, que elevaba el número de Black Hawk disponibles a 11, 10 tras la pérdida de este aparato. (José Mª Navarro García)
Fotografia: Los cinco helicópteros llegados a comienzos de junio (PZL Mielec)
Helicópteros Black Hawk para Filipinas (PZL Mielec)