(defensa.com) EEUU ha vuelto a sufrir un accidente en la prefectura de Okinawa. Esta vez fue un helicóptero "HH-60" el que se precipitó al suelo, durante el día de ayer, en una zona de entrenamiento militar (en la zona de Camp Hansen) mientras realizaba unas maniobras con cuatro militares a bordo. En estos momentos tres de ellos se encuentran hospitalizados, pero se desconoce el paradero del cuarto. Las primeras informaciones apuntaban a que el helicóptero accidentado era un "CH-46", hecho que más tarde fue desmentido por la Fuerza Aérea de EEUU, que confirmó que se trata de un "HH-60".
El accidente se produce en un momento de enorme malestar entre la población japonesa cercana a la base militar de EEUU en Futenma, que rechaza este tipo de entrenamientos por el riesgo de accidentes, algo que ya ha ocurrido varias veces en los últimos años. El deseo de que EEUU rebaje su presencia en la zona (un 74% de los militares norteamericanos que hay sobre suelo japonés se encuentran en Okinawa) y como consecuencia más directa del accidente, según ha explicado el portal de noticias japonés NHK World, se ha aplazado el arribo de los diez convertiplanos "Osprey MV-22" que restaban por llegar a la base de Futenma.
En cuanto a las reacciones diplomáticas, el primero en aparecer en los medios de comunicación fue el ministro de Defensa japonés, Itsunori Onodera, que ha pedido a Washington que aclare los hechos. En la misma línea se mostró el primer ministro nipón, Shinzo Abe, que según la agencia de noticias Kyodo, habría pedido "la suspensión temporal de las operaciones de los helicópteros “HH-60", al menos hasta que se establezcan las causas que provocaron el accidente. (Javier Martínez)