(defensa.com) Irán proveerá al servicio de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) una cantidad no determinada de lanzadores de misiles tierra-tierra con capacidad de alcance de hasta 2.000 kilómetros. Según ha informado la agencia iraní de noticias Fars, la entrega de este armamento ha sido considerada por el ministro de Defensa de Irán, Ahmad Vahidi, como una manera de demostrar “el poder de las Fuerzas Armadas de Irán” para dar una “respuesta contundente al enemigo”.
Estas lanzaderas serán suficientes para alcanzar cualquier punto geográfico de Israel. La nueva iniciativa militar se ha celebrado con motivo del aniversario de la liberación de la ciudad de Khorramshahr, que estuvo ocupada por Iraq y que quedó liberada en 1982. A la ceremonia asistió el ministro de Defensa junto con Amir Hajizadeh, comandante de la Fuerza Aérea del CGRI. El máximo mandatario militar también explicó que Irán no busca “la guerra con nadie”, pero que “no permitirá que nadie le agreda o lleva a cabo acciones hostiles contra él".
Los mismos medios de comunicación iraníes también apuntaban esta semana que Teherán se encuentra inmerso en la fabricación de un sistema de defensa aéreo, el “Herz-9”. Este proyecto, con el que Irán será capaz de detectar y seguir blancos a baja altura y golpearlos automáticamente, está desarrollado por el Ministerio de Defensa y la Guardia Revolucionaria Islámica del Cuerpo de la Fuerza Aeroespacial. Además, este nuevo despliegue llega justo después de que durante el pasado mes de abril Irán probase realizase con éxito una prueba con los misiles tierra-tierra.(Javier Martínez)