Además, el próximo año se crearán 7.000 nuevas plazas para funcionarios de la Administración de Defensa, nuevos puestos en diversas unidades de las Fuerzas Armadas y de la Gendarmería Real.
Las Fuerzas Armadas de Marruecos han aumentado significativamente el valor de su cartera de adquisiciones de armas estadounidenses e israelíes en los últimos años y todavía hay muchos sistemas nuevos que se planean adquirir como parte de su plan para fortalecer capacidades y modernizar su arsenal.
Precisamente el año pasado, el Ejército marroquí adquirió dos tipos de lanzacohetes: los Puls israelíes y los Himars estadounidenses, ambos con capacidad táctica de lanzamiento de misiles balísticos, además de municiones guiadas, como SpyX y bombas JSOW. Todavía hay planes para renovar la flota de helicópteros y aviones de transporte ligeros y pesados de la Fuerza Aérea, así como para agregar sistemas de defensa aérea.
Entre las principales razones del aumento del presupuesto militar marroquí y del aumento del número de militares, podemos citar la creciente tensión con Argelia, que rompió por completo las relaciones diplomáticas con Marruecos y prohibió su espacio aéreo al tráfico civil y militar. Además, Marruecos adoptó una nueva política en la región del Sahara, impidiendo a los combatientes del Polisario acceder a las fronteras con Mauritania, que Argelia había descrito anteriormente como zonas liberadas.
Sin embargo, estas zonas están prohibidas desde finales de 2020, tras la crisis en la frontera de Guerguerat con Mauritania. Estos factores han contribuido al aumento del gasto militar y la expansión del personal militar en Marruecos.