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Sábado, 21 de diciembre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Por primera vez en la historia, bombarderos chinos desafían territorio continental de Estados Unidos

Uno de los H-6 chinos “escoltado”, de izquierda a derecha, un F-16, un F-38 y un F/A-18 de Canadá. Foto: NORAD
Uno de los H-6 chinos “escoltado”, de izquierda a derecha, un F-16, un F-38 y un F/A-18 de Canadá. Foto: NORAD
En un claro mensaje de desafío a los Estados Unidos, bombarderos Xian H-6 de la Fuerza Aérea de China han operado y testado la capacidad de respuesta norteamericana en las cercanías de Alaska.

El pasado 24 de julio, el Mando de Defensa Aeroespacial Norteamericano o North American Aerospace Defense Command (NORAD) dio a conocer esta provocación, inédita hasta la fecha.  Es la primera vez que bombarderos estratégicos H-6 de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación (ELP) de China, operando en combinación con aviones de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas, eran detectados volando dentro de la Zona de Identificación de Defensa Aérea o Air Defense Identification Zone (ADIZ) de Alaska. 

Tal y como muestran las fotografías y vídeos que proliferaron tras la incursión, publicados tanto por el NORAD como por el Ministerio de Defensa Ruso, esto provocó una inmediata respuesta, cuando la formación de cuatro bombarderos (chinos y rusos) fue interceptada por aviones de combate F-16, y F-35A de la Fuerza Aérea de Estados Unidos o United States Air Force (USAF) y los F/-18 Hornet de la Real Fuerza Aérea de Canadá.

Otra de las imágenes nos muestran un F-16 y un F-35 de la USAF escoltando un “habitual” Tu-95 ruso. Foto: NORAD

Otra de las imágenes nos muestran un F-16 y un F-35 de la USAF escoltando un “habitual” Tu-95 ruso. Foto: NORAD

Aunque no es la primera vez en que operan en conjunto medios aéreos y navales de las Fuerzas Armadas de China y Rusia, sí es la primera ocasión en que los bombarderos H-6 son desplegados en la zona de responsabilidad de la ADIZ de Alaska.

Los protagonistas han sido dos H-6, junto a otros tantos Túpolev Tu-95 de Moscú. Hasta el momento, estos periódicos episodios, que buscan testar la capacidad de defensa aérea de Norteamérica y enviar un mensaje político-estratégico, sólo lo protagonizaban los aviones del Fuerza Aérea y de la Marina de Rusia, además de los interceptores de los dos miembros del NORAD, que son Canadá y Rusia.

En el pasado, patrullas combinadas entre medios aéreos rusos y chinos habían tenido lugar en el Mar del Este de China, empleando formaciones también conformadas por bombarderos H-6 y Tu-95MS, escoltadas por aviones de combate Sukhoi Su-35S y Su-30SM.  Sin embargo, la presencia de estas aeronaves en la remota Zona de Identificación de Defensa Aérea de Alaska demuestra el creciente desafío chino a Washington y el interés en tener en el futuro presencia en el Ártico, de donde se extraerán importantes cantidades de hidrocarburos que tanto necesita Pekín.

Una de las dudas que surgen de esa histórica incursión es saber que si los bombarderos H-6 partieron desde bases chinas, lo que implicaría varios repostajes en vuelo y una misión muy larga, o, lo más probable, desde bases ubicadas en el extremo oriente de Rusia, tan cercano a Alaska.  De confirmarse este hecho, demostraría el cada vez mayor nivel de cooperación entre Moscú y Pekín en materia militar y el incremento del grado de interoperabilidad y respuesta combinada frente a adversarios regionales, como los Estados Unidos y sus Aliados en la zona de Asia-Pacífico.

Los bombarderos estratégicos Xian H-6, una copia de los vetustos Tupolev Tu-16 diseñados a finales de los años cuarenta del siglo pasado en la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), están viviendo una segunda vida al servicio de la Fuerza Aérea China, tras ser modernizados como plataformas de lanzamiento de misiles de crucero y, probablemente, de los de nueva generación hipersónicos desarrollados por China. 

Si se confirma que los bombarderos chinos operaron desde bases de la federación de Rusia, se abriría un amplio rango de capacidades de la aviación estratégica de la República Popular China para amenazar, e hipotéticamente atacar, no solo el ADIZ de Alaska, sino la poblada costa Oeste de Estados Unidos, con armamentos hipersónicos que apenas darían capacidad de respuesta a las poderosas defensas aéreas norteamericanas.

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