(defensa.com) Japón ha dado a conocer un informe provisional sobre las perspectivas y la orientación que seguirá el país a corto y medio plazo en materia de Defensa. Tokio resalta la apuesta por incrementar su capacidad militar con el objetivo de proteger y vigilar su integridad territorial.
Según explicó en rueda de prensa el ministro de Defensa nipón, Itsunori Onoderase, Japón debe tener en cuenta todas las amenazas a las que se enfrenta, "sobre todo la de Corea del Norte, que realizó su tercera prueba nuclear en marzo de este año". Vamos a tratar de mejorar nuestras capacidades en materia de alerta y vigilancia, incluyendo la respuesta a misiles balísticos”, señaló.
Onoderase explicó también que el país necesita proteger sus intereses en alta mar, bajo cuyo control se encuentran casi 7.000 islas. En este aspecto se enmarcaría el reforzamiento y vigilancia sobre las islas Senkaku, que en los últimos tiempos han adquirido un matiz de confrontación con Pekín por las pretensiones del Gobierno chino. El Programa Nacional de Defensa (NDPG) está cambiando porque “la capacidad balística de Corea del Norte ha mejorado mucho”, además, la tensión con otros países de la zona ha aumentado en los últimos meses, sumada a nuevas amenazas relacionadas con “el ciberespacio”.
El ministro quiere dotarse con una fuerza de UAVs, destinados a tareas de vigilancia, que permitan a Japón ejercer un control más férreo sobre territorios controvertidos. A la pregunta de los periodistas sobre si la medida se toma en respuesta a algún país concreto, el ministro fue claro: “no se pensó en nadie al plantear la introducción de estos UAV”.
En cuanto a las relaciones con EEUU, el ministro señaló que se seguirá profundizando en esta histórica alianza, y que si Japón aumenta su fuerza militar no es para contrarrestar el progresivo abandono de bases en el país, sino que el objetivo siempre es “protegerse a uno mismo, y también establecer relaciones sólidas con nuestros aliados”. Sobre el despliegue de los “Osprey MV-22”, el representante del Gobierno aclaró que todavía no se ha tomado una decisión al respecto, a la vez que aseguró que se está negociando con EEUU la reubicación de algunas bases desde la isla de Okinawa, donde crece el malestar entre la población, a la península.(Javier Martínez)