(defensa.com) EEUU y Corea del Sur han reanudado los ejercicios militares conjuntos, esta vez en aguas surcoreanas. El lunes, el puerto de la ciudad de Busan recibió al enorme portaaviones nuclear USS “Nimitz”, que partirá hacia la ciudad costera de Pohang con el objetivo de realizar unas prácticas de entrenamiento en el Mar del Este. Este buque, de 97.000 toneladas, tiene capacidad para trasladar más de 60 aeronaves. La marina americana ha enviado también a la zona a los destructores USS “Preble” y USS “Momsen”, además del lanzamisiles USS “Princenton”. Según ha informado la agencia surcoreana de noticias Yonhap, estas maniobras norteamericanas tienen como objetivo la ejecución de ejercicios de detección de misiles y antisubmarinos y se desarrollan con la colaboración de los destructores surcoreanos “King Sejong” (equipados con sistemas de combate Aegis) y el “Chungmugong Yi Sunshin”.
Estas maniobras conjuntas llegan tan sólo dos semanas después de la finalización, el pasado 30 de abril, de los polémicos ensayos “Foal Eagle”, llevados a cabo por Washington y Seúl, y que fueron considerados como una de las principales causas del estallido de tensión en la península coreana durante los últimos dos meses.
En este sentido, Corea del Norte ha censurado, a través de su agencia noticias estatal, la KCNA, el inicio de estas nuevas prácticas militares alegando que la llegada de este portaaviones nuclear “demuestra que EEUU se toma con imprudencia el camino de la provocación, que puede desatar la guerra nuclear en la península coreana”. Además, el diario oficial del régimen comunista, el Rodong Sinmun, explicó que “cuanto más ejerza EEUU la amenaza nuclear, tanto más se fortalecerán las fuerzas armadas nucleares de Corea del Norte”. En estas circunstancias, Pyongyang atraviesa un periodo de transición en la parcela militar, hace menos de una semana nombró a un nuevo ministro de Defensa, Jang Jong-nam, que relega al general Kim Kyok-sik, perteneciente a la línea más dura del gobierno comunista. (Javier Martínez)
