El astillero Río Paraná Sur botó la barcaza fluvial de transporte pesado “Gualeguaychú” (BTP-3), perteneciente al Ejército Argentino, tras los trabajos de recuperación y modernización que recibió en dicha planta fabril.
Este medio de franqueo de Ingenieros se sometió a un proceso de recuperación integral que consistió en el cambio de piezas del casco, la modernización de la cubierta superior, la instalación de nueva propulsión, digitalización y automatización de los sistemas de mando y la instalación de nuevos equipos de comunicaciones y de asistencia a la navegación, entre otras labores.
Tras las comprobaciones y revisión de aceptación por parte de las autoridades militares, la barcaza zarpará desde la localidad bonaerense de Lima, en donde se realizaron las tareas, hasta la localidad de Santo Tomé (en la Provincia de Santa Fe) en donde se encuentran las instalaciones del cuartel del Batallón de Ingenieros Anfibios 121, unidad especializada del Ejército Argentino en el movimiento fluvial.
Hasta el momento, son dos las barcazas recuperadas y modernizadas, la “Gualeguaychú” (BTP-3), cuyos trabajos finalizaron en este año, y la “Zárate” (BTP-1), entregada el pasado año, dada la importancia de este material, la tercera barcaza, la denominada “Gualeguay” (BTP-2), también recibirá una modernización.
Tengamos en cuenta que estas embarcaciones fueron construidas entre los años 1969 y 1970 en instalaciones de Astilleros y Fábricas Navales del Estado AFNE (actual Astillero Río Santiago) contando con un desplazamiento de 240 toneladas, una eslora de 42 metros y una manga de 14 metros.
Son medios altamente útiles no solo es su tarea estrictamente castrense, sino como apoyo a la comunidad, recientemente fueron utilizadas para evacuar a miles de cabezas de ganado bovino frente a inundaciones que ponían en peligro sus vidas, otra de las tareas subsidiarias y silenciosas del Ejército Argentino (Luis Piñeiro / Foto: Comando de Ingenieros Ejército Argentino)
