Desde las instalaciones de la Compañía de Cazadores de Montaña 8, ubicadas en la zona de Puente del Inca, a casi tres mil metros sobre el nivel del mar, patrullas del Ejército de Tierra de Francia, de la India y efectivos del Ejército Argentino, pusieron rumbo al gran desafío de alcanzar la cumbre más alta de América, el cerro Aconcagua, a casi siete mil metros de altura.
En un esfuerzo de coordinación importante, los componentes de este grupo de montañeros estrechan lazos comunitarios y experiencias. Cabe mencionar que esta expedición al coloso de América posee un objetivo estratégico posterior: la preparación de la expedición militar al Himalaya, prevista para mediados del presente año. El exigente sistema de entrenamiento de todos los participantes está diseñado para la liza por hacer cumbre en el famoso cerro asiático, los intercambios con los hombres del Ejército de la India son excelentes. Existen pocos montañeros mejores que ellos para conocer las dificultades de las cadenas montañosas y de gran altura.
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Campamento base con temperaturas extremas. (Ejército Argentino)
En tanto, los efectivos del Ejército de Tierra francés tienen importante experiencia de operaciones en zonas montañosas, como los Pirineos y los Alpes, lo que ha permitido la organización de fuertes unidades de combate en montaña. Por otro lado, es reconocida la preparación de las unidades de montaña del Ejército Argentino, que a través de décadas han instruido a miles de hombres especializados en los rigores y exigencias de las altas cumbres.
En pocas horas, si el clima lo permite, los efectivos de las tres naciones llegaran a la cumbre tan deseada, dificultades operativas y climatológicas sobran, pero la preparación y el entusiasmo de estos montañistas es superlativa. (Luis Piñeiro)