En septiembre de 1992 llegaron a España los primeros carros M-60 cedidos por el Ejército de los EE. UU. como consecuencia del tratado FACE, de reducción de armamento terrestre que, como resulta sabido, fue firmado en París el 19 de noviembre de 1990. Para algunos son la panacea de las fuerzas acorazadas; para otros los años pasados desde su construcción han reducido su capacidad operativa de forma considerable.
Trataré de realizar un análisis lo más objetivo posible.
¿DE DONDE VIENEN LOS CARROS?
El Viejo Continente se divide, según el tratado FACE, en varias zonas a cada una de las cuales les fueron asignadas unas cifras tope de carros de combate, vehículos acorazados y piezas de artillería. Estos dígitos requieren en algunos lugares concretos la reducción del material existente, como es el caso de Centroeuropa. En vista de que el Gobierno de los EE.UU. estaba dispuesto a ceder parte de su material sobrante ubicado en Alemania, varios países interesados en renovar su flota de carros, pertenecientes todos ellos a la OTAN, decidieron constituir un consorcio para su recepción. Fue así cómo Portugal, España, Grecia y Turquía acordaron gestionar conjuntamente el abastecimiento de repuestos y la incorporación de los equipos bajo la supervisión y arbitraje de un organismo OTAN, la Agencia para el Mantenimiento (NAMSA). Esta entidad se responsabilizó, incluyendo los gastos, del transporte desde los lugares de origen a los de destino.
España dijo que aceptaría 420 carros de combate M-60 Al/A3, 24 obuses autopropulsados (ATP) M-110A2, de 203/40 mm., y 100 transportes oruga acorazados (TOA) M-113 A2 lo que iba a suponer la destrucción de 480 carros y 87 piezas de artillería de su inventario (*), debiendo señalarse que los países receptores de estos materiales se comprometen a mantenerlos en estado operativo y a disposición del esfuerzo común de la Alianza Atlántica no admitiéndose, por ejemplo, incorporar 100 carros para luego tener tan sólo 50 operativos, aprovechando los restantes como fuente de repuestos. También está prohibido venderlos a terceros países.
(*) Recordemos que el tratado FACE le autoriza a España a poseer 794 carros de combate, 1.588 vehículos acorazados y 1.310 piezas de artillería.
¿Cómo es posible que un Ejército ceda sus equipos de forma tan desinteresada? Ciñéndonos al aspecto puramente económico, habrá que decir que, a los norteamericanos les resulta más rentable transferirlos a un país amigo y dar salida a la vez a unos depósitos de repuestos, que destruirlos o enviarlos de regreso al otro lado del Atlántico para almacenarlos y dejarles dormir.
Además, y tras la disolución del Pacto de Varsovia, el mercado internacional de armamentos tiene un exceso de oferta frente a una demanda que, de momento, parece que no frena su caída.
La comodidad de la tripulación influye en su eficacia en el combate, y en esto es de gran importancia el espacio interior disponible. Vemos aquí que de los carros en servicio en España son el M-60 y el AMX-30 los que cuentan con torres más amplias.
Tras ser ratificado el tratado FACE por los países firmantes, y aprobada la cesión de material bélico por parte del Congreso de los EEUU, comenzó el proceso de transferencia. Por parte española obtuvo luz verde el programa TLE (Equipo Limitado por el Tratado), encargado de realizar las inspecciones de los equipos, reducir los materiales sobrantes, gestionar los repuestos y adquirir el equipo complementario no incluído en las entregas.
El primer paso consistió en el envío de dos equipos de inspección a Alemania para verificar que las piezas AT P, los TOA's y los M-60 cumplían el mínimo operativo determinado por la OTAN en tres aspectos fundamentales: movilidad, armamento y sistemas de torre. La reparación de las faltas encontradas no incluídas en ese mínimo establecido se deberán realizar en España, según el programa que el Ejército de Tierra (E T) determine. En cuanto al plazo de tiempo dependerá de los presupuestos y del grado de modernización que se desee alcanzar pues, además de la revisión general de 42 escaIón a la que deben ser sometidos todos los vehículos (tengamos en cuenta que llevan en depósito varios años), en el caso de los carros, los M- 60 A1 deberán ser modernizados al nivel de los 14,3.
Los vehículos aceptados fueron embarcados y tras recorrer el Rhin y parte del Atlántico llegaron a los puertos de Santander y Sevilla, desde donde viajarían hasta las unidades receptoras.
EL PARQUE DE CARROS CON Y SIN TLE
Dada la mayor importancia —porcentual y operativa— de los carros, y puesto que ya habían M-113 y M-110 en servicio en España, nos ceñiremos al tema M-60 diciendo, para empezar, que hasta su alta en el ET teníamos aquí los siguientes carros en servicio:
M-47E1: modificado en España para adaptarle el grupo motopropulsor del M-60; cañón de 90 mm.; algunos M-47 adquiridos posteriormente permanecen almacenados sin que se les haya sustituido el motor. M-47E2: igual que el anterior, pero con cañón Rheinmetall de 105 mm. M-48A5E2: cañón de 105 mm.; lleva el mismo grupo motopropulsor que los anteriores. M-48A3: cañón de 90 mm.; hay 16 ejemplares en la Infantería de Marina. AMX-30 E: se encuentra tal y cómo fue fabricado, bajo licencia, por la EN Santa Bárbara. AMX-30 ER 1: primera modificación realizada en España, consistente en sustituir la transmisión original por la norteamericana CD-850-6A AMX-30 EM2: segunda modificación española; incluye la sustitución de todo el grupo motopropulsor así como la dirección de tiro. A efectos logísticos esta lista podríamos resumirla en lo siguiente: • Un grupo motopropulsor mayoritario: el formado por el motor AVDS-1790-2A (carros M-47E1 y E2, M-48A5E2 y también en los futuros M-60) y la transmisión CD-850-6A (en todos los anteriores e igualmente en el AMX-30ER1). • Dos cañones de 105 mm. mayoritarios: M-68 en los M-48 (excepto en la Infantería de Marina) y F-l en los AMX-30. Un cañón de 90 mm. en los carros M-47. Carros listos para el embarque en las instalaciones militares norteamericanas. Las cajas de madera contienen parte del lote de cada carro (herramientas y accesorios). Estas dos circunstancias hacen que un carro como el M-60 no presente especiales problemas logísticos (salvo los respuestos de torre) al usar un grupo motor sobradamente conocido y una gama de munición ya utilizada en los M-48. Ahora bien, la cifra inicial de 420 nuevos carros obliga a destruir unos 480 de los ya existentes, dejando fuera de esta cifra los M-47 sin transformar y los M-41 que ya estaban dados de baja, consistiendo el problema en saber qué vehículos se encontrarían entre ellos. Respecto a los AMX-30, ya estaba en marcha el programa de modernización (AMX-30EM2) con el consiguiente desembolso económico que no podía perderse. En cuanto a los M-48A5 su tecnología es parecida a la de los M-60 pueden ser modernizados hasta un nivel similar, mientras que los M-48A3 resultan inferiores. Por último, los M-47E1 y E2 estaba claro que habían cumplido con creces su servicio militar habiéndose ganado un muy merecido descanso. Así pues, en la elección eran llamados a capítulo factores tales como la existencia de programas nacionales, el número de variedades de carros que el ET estaba dispuesto a mantener y la búsqueda del mayor grado de operatividad posible. A estos factores había que añadir que los 420 M-60 se desglosan en 260 M-60A3 TTS y 160 M-60A1 (versión tecnológicamente más inferior). La decisión final ha consistido en solicitar un menor número de carros, quedando el futuro parque del siguiente modo: -Se aceptan 260 M-60A3 TTS y 50 A1. -Se mantienen los 164 M-48A5 existentes debido a su grado de operatividad y serán destruidos los 16 M-48A3 de la Infantería de Marina. -Respecto al programa de AMX-30 continuará el programa de modernización para un total de 150 carros y se conservan 60 de la versión ER 1, destruyéndose 10 de estos ERI y los 79 AMX-30 restantes sin transformar. -Desaparecen los 375 M-47 (El y E2). Particularmente, considero muy acertado el mantener la totalidad de los M-48A5, pues con la modernización adecuada, pueden igualar las capacidades de los M-60 A3 TTS. En el caso de los AMX-30 hubiera sido preferible la modernización de los 210 restantes hasta la versión AMX-30 EM2, pero los presupuestos priman sobre otras consideraciones. Ahora bien, ¿qué ventajas supone el carro M-60 frente al resto de los que hay en servicio? Analicemos los distintos factores teniendo en cuenta dos premisas: 1.- Nos referiremos al modelo M-60A3 TTS por tratarse del mayoritario y por ser su nivel de operatividad el que se propone para los M-60A1. 2.- Lógicamente nos centraremos en el nivel que alcanzarán los carros una vez realizadas las necesarias revisiones de 42 escalón. Salimos con esto al paso de algunas críticas aparecidas al llegar los vehículos a las unidades, opiniones que deben esperar hasta que los especialistas realicen su trabajo. Movilidad Suele tomarse como magnitud la relación entre la potencia en caballos del motor y el peso del carro en toneladas (potencia específica). En este caso la mayor relación la da el AM X-30EM2 (23 hp/ton) quedando el M-60 con 14,3 hp/ton. Esta diferencia radica no sólo en el mayor peso del último sino al nuevo motor MTU del AMX-30. Se deduce pues de ésto la necesidad de un nuevo motor para los M-60, motor que ya parece estar decidido y que le proporcionará una potencia de 900 hp. También quedan por delante el M-47 y M-48. Respecto a la presión específica (el peso del carro repartido sobre la parte de cadena apoyada en el suelo indica la capacidad para desplazarse por terrenos poco firmes) sus 0,87 kg/cm2., están muy próximos a los 0,77 del AMX-30EM2 y resultan igual para el M-48. La capacidad de vadeo (4 m.) es igual en AMX-30 y M-60, muy por delante de los 1,5 del M-48 y M-47. Por lo que hace a la capacidad de franqueamiento de obstáculos no hay diferencias señalables entre todos los modelos. Los vehículos realizaron un crucero por el Rhin en estas barcazas hasta llegar a Rotterdam donde embarcarían con destino a España. Potencia de fuego Viene determinada no sólo por el calibre del cañón, sino por la capacidad de éste de situar los proyectiles en el lugar preciso (la dirección de tiro), las municiones empleadas, capacidad de visión en todo tiempo y posibilidad del tiro en marcha. A igualdad de calibres (105 mm.), tenemos que el cañón norteamericano M-68 admite mayores presiones en recámara que el francés del AMX-30, el F-l (no incluído el cañón alemán Rh-105/30 de los M-47E2 por estar muy limitado en el ET). La presión en recámara es importante pues, cuanto mayor sea la admisible, mayores velocidades iniciales se les podrá dar a los proyectiles de energía cinética (el otro tipo de munición empleada, de carga hueca, no se ve afectada por ella). Quizás en algunas tablas teóricas puedan verse valores similares para los dos cañones citados, pero hasta la hora la experiencia ha mostrado sólo una realidad: la de los M-60 israelíes destruyendo los T-72 sirios con proyectiles de energía cinética durante la última batalla del Líbano (1982). Respecto a direcciones de tiro, las más avanzadas son las de los M-60A3 TTS y AM X-30EM2, prácticamente iguales en lo referente a los parámetros que tienen en cuenta, y a la utilización en ambos casos de una cámara termográfica asociada a ellas. Este sistema de visión para tirador y jefe de carro las sitúa por delante de los del resto de los carros en servicio, que emplean intensificadores de luz. La diferencia que coloca por encima al M-60 es la estabilización del arma principal, que permite la adquisición y seguimiento de objetivos cuando el carro está en movimiento, así como el disparo en determinados terrenos. Es el único carro en servicio en el ET con esta capacidad.
Por último, añadiré que la gama de municiones para el M-60 es más amplia que la del AMX-30, además de poseer mayor experiencia en condiciones de combate real.
Protección
Vendrá determinada, por un lado, por el grosor, calidad e inclinación del blindaje; por otro, por los sistemas contraincendios, antiexplosión, ocultación y contra agentes NBQ. Respecto a grosores y calidades de los blindajes no se manejan más que aproximaciones a los valores reales, lógicamente no divulgados. Aun así podemos decir que el primer lugar lo ocupa el M-60 con unos 120 mm. en las partes más gruesas de torre y barcaza, seguido por el M-48 (ligeramente inferiores), M-47 y AMX-30 (sobre los 80 mm. en torre y barcaza). La disposición de la torre y los ángulos más favorables los tienen los M-60 y AMX-30. Otra característica sería la superificie ofrecida al enemigo, que calcularemos a partir de la frontal de la torre, ya que en combate los carros buscan posiciones desenfiladas en las que ocultan la barcaza. Considerando a los dos carros que hasta ahora han destacado en las distintas áreas, diremos que el M-60 ofrece en desenfilada de casco una superficie frontal del 14 por cien superior a la del AMX-30. En cuanto a la posibilidad de montar blindajes adicionales, el M-60 lo llevó reactivo y con éxito durante el conflicto del Golfo, mientras que en el caso del AMX-30 está estudiándose actualmente su integración. Respecto a sistemas contraincendios en la cámara del motor y antiexplosiones en torre, se espera dotar al M-60 con los que actualmente tiene el AMX-30EM2, siendo estos dos carros los únicos que contarán con ellos. También son los dos únicos modelos que disponen de protección contra agentes NBQ. De lo escrito hasta aquí tenemos que dos carros destacan por sus características. De una parte el resultado de un programa nacional, el AMX-30EM2, con muy elevada movilidad, buena potencia de fuego y aceptable protección (filosofía de diseño francesa). Por otro lado el carro, el M-60, con muy buena potencia de fuego y protección y aceptable movilidad (filosofía británica y norteamericana). Antes de ser revisados por los especialistas españoles, los carros eran sometidos a una revisión ligera que les permitiese alcanzar el mínimo operativo establecido. CONCLUSIONES La necesidad de renovar el parque de carros del ET pocos la ponían en duda. El problema era hacerlo a un costo reducido. ¿Qué distintas soluciones se podían abordar? No había más que éstas: - Desarrollar un carro nacional. Quizás la solución ideal por el empuje que supondría para la industria de Defensa, pero económicamente inviable en las actuales circunstancias. Según algunos cálculos se estima que cada carro hubiese salido por un precio superior a diez veces lo pagado por un M-60. - Adquisición de un carro occidental. Tanto la participación en un proyecto conjunto como la compra de los carros sin participar en la producción resultan más baratos que la solución anterior, pero continúa fuera de los presupuestos disponibles.
- Adquisición de carros a países del antiguo Pacto de Varsovia. Aparentemente descabellada, esta opción fue estudiada por países como el Reino Unido al inspeccionar el T-80 soviético como posible sustituto de los Chieftain.
La ventaja fundamental es el precio de estos vehículos (un T-80 cuesta el 60 por cien de lo que un M-l Abrams norteamericano). Una economía, relativa habida cuenta que introducir este material le supondría al ET modificar los actuales escalones de mantenimiento. Además, las consecuencias diplomáticas deben tenerse en cuenta.
- Encontrar una ganga. Realmente el actual presupuesto de Defensa permitía tan sólo una solución de este tipo, en la que un país cediese su material sin apenas costo.
Si bien a todos nos gustaría poder ver a un M-l Abrams o a un Leopard 2 con los emblemas de la Infantería o de la Caballería españolas, es también cierto que además de razones presupuestarias existen otras de tipo logístico (costoso mantenimiento, problemas en la actual red viaria) que lo hacen nuevamente inviable.
En la actualidad, los países que podríamos considerar potencialmente hostiles cuentan con material ex-soviético (T-55, T-62 y T-72 en versiones de exportación) y norteamericano (M-48 y M-60). Tras las experiencias en el Líbano y en la Guerra del Golfo cabe pensar que con los nuevos M-60 estaríamos en condiciones de hacerles frente eficazmente. De momento la situación es de equilibrio y no necesitaríamos buscar algo más, salvo que el citado equilibrio se rompa por la otra parte.
Y tres últimas conclusiones:
- El parque de carros español quedará compuesto en un futuro próximo por dos modelos norteamericanos (M-48A5 y M-60A3) y dos hispanofranceses (AMX-30EM2 y ERI), lo que simplifica el mantenimiento y la logística para los mismos frentes a la situación actual (seis modelos sin contar el M-60).
- Si el tiempo y los presupuestos lo permiten debería contemplarse la modernización de los M-48A5 hasta el nivel de los M-60 A3 TTS y de los AMX-30ER1 al nivel de los EM2, proyectos fácilmente realizables por empresas españolas (de hecho la casa Talbot tiene ya un prototipo para el primer programa citado, y Santa Bárbara está capacitada para el segundo). Se conseguirían así dos tipos básicos de carros de similares prestaciones.
- La incorporación de los M-60 al ET y la jubilación de los queridos M-47 han supuesto (supondrá, cuando se finalice el programa) un paso adelante en la operatividad de las fuerzas.
Esperemos que para el siguiente salto no tengan que pasar otros veinte años y que esta vez podamos darlo sin ayuda.
(Revista Defensa nº 186, octubre 1993, Capitán de Caballería Francisco Marín)