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Sábado, 5 de octubre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

La Nube de Combate Multidominio como nuevo escenario estratégico

Operaciones multidominio. Fuente: OTAN
Operaciones multidominio. Fuente: OTAN
El Coronel Pablo Moreno Galdó, Subdirector General de Planes y Servicios de Información y Telecomunicaciones en la Dirección General Centro de Sistemas y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (CESTIC), del Ministerio de Defensa, abordó en su intervención en el evento “El ciberespacio, único y responsabilidad de todos” de Grupo Edefa como la Nube de Combate multidominio se ha convertido en el nuevo escenario estratégico.

Para el CESTIC la esfera digital envuelve todos los dominios, como asevera el Teniente General Millán, Director del CESTIC: “he aquí la dificultad del combate actual: desenvolverse en la esfera digital en la que estamos inmersos, y vencer en este combate”. El éxito en esos escenarios complejos sólo se logra disponiendo de los medios para tener la superioridad de la información en la batalla.

El Coronel Moreno apuntó en su exposición cómo se ha pasado del concepto NEC (Network Enable Capability), donde lo crucial era la conexión de armas y sensores en un Combate centrado en la red, al combate multidominio, centrado en el Dato (data-centric), cuyo objetivo es obtener un dato único, aunque las fuentes sean diversas.

La Nube de Combate puede definirse como una red de cobertura global dentro de un espacio de batalla que permite la gestión de la información y la prestación de servicios, con el fin último de tomar decisiones y ejecutar operaciones militares. “Simplificándolo mucho, hacer posible que quien combate tenga la información correcta en el momento que la necesita”, apuntó.

Ese concepto está asociado al valor que se ofrece hacia la maximización y consecución de los objetivos de la Fuerza Conjunta por explotación sinérgica de sus recursos, al aplicar de forma combinada estas y otras tecnologías, asegurando la prestación del servicio colaborativo en los escenarios multidominio.

Es una solución tecnológica que habilita la interoperabilidad entre plataformas y proporciona un sistema de información distribuido único, donde se integran y procesan conjuntamente todos los datos recopilados por los sensores y sistemas conectados desde cualquier dominio.

La I3D y el SC2N habilitadores fundamentales de las operaciones.

La aplicación de esta tecnología sobre el teatro de operaciones permite disponer de esta información para la toma de decisiones en el lugar donde se necesita y en el momento que se precise.

Requisitos de la Nube de Combate

El Subdirector General de Planes y Servicios de Información y Telecomunicaciones en la Dirección General CESTIC, resumió en tres los requisitos de la Nube de Combate:

Conectividad: la base de la integración entre los ámbitos es la comunicación. Todos los elementos que forman parte de la batalla deben tener la posibilidad de conectarse con el resto, tanto si son sensores, efectores, sistemas de procesamiento de datos o unidades de C2. Las comunicaciones deben ser estables y soportar entornos hostiles donde el oponente trate de anularlas.

Gestión de los Datos y la Información: esta necesidad se centra en la gestión del ciclo de vida completo de los datos y en el proceso que los La Nube de Combate convierte en información y conocimiento para la toma de decisiones. Los datos y la información generada por todos los sistemas conectados desde los diferentes ámbitos deben ser accesibles de manera transversal y se deben gestionar bajo una misma política que incluya su priorización, almacenamiento, encriptado y destrucción. La recopilación, el uso y el intercambio de datos e información que se va haciendo debe ajustarse a las necesidades de la misión en cada momento.

Soporte a la autoridad en la toma de decisiones: el volumen de información que se genera en estos escenarios es muy elevado y la tendencia de crecimiento es exponencial, puesto que cada vez habrá más puntos de entrada de datos.

“A la necesidad de digerir grandes cantidades de datos e información se suma la complejidad de tomar decisiones que pueden afectar a varios ámbitos simultáneamente, bien de manera directa o a través de efectos colaterales. Para facilitar el proceso de toma de decisiones en este contexto tan complejo, será necesario contar con que generen propuestas y alternativas de actuación adecuadas al perímetro de influencia de cada autoridad responsable de la toma de decisiones”.

La solución que va a contener todos los datos y la información de la misión debe considerar la seguridad como máxima prioridad desde la fase de diseño. “Además, debe ser fiable y estar preparada para operar en escenarios hostiles donde el adversario tratará de denegar su operación. Todas estas necesidades deben cubrirse de manera transversal, de forma que todos los elementos desplegados en los diferentes ámbitos queden orquestados bajo una solución tecnológica. A esta solución nos referimos como Nube de Combate” explicó el Coronel Moreno.

Características

Respecto a las características, el Subdirector General de Planes y Servicios de Información y Telecomunicaciones del CESTIC las resumió en 7:

Hiperconectividad: todos los nodos deben estar conectados entre sí. Incluso perteneciendo a diferentes ámbitos, se deben comunicar bajo el mismo estándar y deben poder acceder a cualquier servicio disponible en la red. Las comunicaciones serán más ágiles y se eliminarán los cuellos de botella. Debe extenderse a plataformas actuales, futuras y de otros países aliados.

Prestaciones dinámicas: la Nube de Combate no se limita a un número fijo de nodos, sino que crece y decrece conforme entran y salen plataformas. Cuantos más sistemas conectados, de más capacidades dispone el sistema de sistemas resultante.

Ubicuidad: la información está accesible desde todos los nodos de la nube, debe poder estar donde se requiera habilitar una autoridad militar.

Resiliencia: la Nube de Combate utilizará la arquitectura distribuida de nodos para hacer asignaciones dinámicas de recursos redundados y, así, garantizar alta disponibilidad de uso incluso en entornos con conectividad limitada.

Escalabilidad: la orientación de la nube a servicios que, una vez estandarizados, pueden ser ejecutados en cualquier plataforma compatible con la Nube de Combate, permite agilizar la creación de nuevos servicios que puedan ser de interés para los usuarios de la nube.

Consistencia y coherencia del dato: al disponer de toda la información de forma ubicua, se puede fusionar y generar una única fuente de verdad que luego se disemina por todo el teatro de operaciones, de manera que todos los sistemas tengan la misma información y esta esté referenciada de la misma manera, lo que facilitará la coordinación de acciones colaborativas.

Adaptabilidad dinámica: la Nube de Combate es una arquitectura dinámica que puede cambiar de tamaño, bien porque entren y salgan nodos de la red, o bien porque se divida en varias partes debido a las circunstancias de la misión. La nube tendrá la capacidad de adaptarse y sincronizar sus sistemas conforme se producen los cambios, sin perder la capacidad de gestionar y ejecutar sus servicios.

Puede hablarse además 3 niveles. En el Estratégico, la Nube proporcionará información para facilitar la selección de los objetivos estratégicos y la manera más eficiente de acometerlos. Esto incluye el soporte en el dimensionado de la Fuerza y planeamiento de las misiones, prediciendo los posibles comportamientos y las opciones de reacción del enemigo.

En el nivel Operacional, permite planear y ejecutar las operaciones, con herramientas de planeamiento y simulación de la misión que generarán las opciones del uso más efectivo de la Fuerza. A nivel Táctico, la Nube de Combate proporciona servicios de C3 que permiten integrar y diseminar la información en toda la extensión del teatro de operaciones, habilitando la toma de decisiones en los puntos más cercanos al despliegue de los efectos.

En los tres niveles, debe permitir acceder a sus servicios, en función de unos privilegios previamente determinados, en cualquier momento, lugar y tipo de operación que se esté ejecutando.  La Nube de Combate se constituye así en un “sistema de sistemas” interconectados, que integra los tres niveles, y vinculada a una estructura de mando y control interoperable y que sistematiza la cadena de planeamiento y ejecución de las operaciones.

Se tratará, por tanto, de una infraestructura global que deberá incluir elementos de mando y control, plataformas, sensores y armas; operadores e interfaces para convertir la información en ejecución; información y capacidad de elaborarla, priorizarla y distribuirla; infraestructura CIS/TIC y de almacenamiento y procesamiento de datos y doctrina de empleo específica.

Las tecnologías actuales como 5G, la computación en el extremo (“edge computing”), o las sucesivas tecnologías que puedan surgir, serán pilares fundamentales para una hiperconectividad a las unidades que están ejecutando las operaciones. Todo ello permitirá a la Nube de Combate, gestionada de forma centralizada o aislada, reducir el tiempo de procesamiento para la toma de decisiones críticas desde el nivel estratégico al táctico, proporcionando a las fuerzas desplegadas superioridad cognitiva en tiempo útil.

Con nodos semi-desplegables, como pueden ser puestos tácticos avanzados, fijos, ubicados en localizaciones estratégicas en entornos seguros, y de alta movilidad, se logra una capa de servicios que permita abstraerse del problema que supone una nube desplegada en un contexto táctico hostil y crear un entorno eficiente para la computación de los Servicios de C2 y la distribución de la información.


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