La United States Navy apuesta por una flota de más 500 buques, 12 portaaviones y 150 navíos autónomos (remotamente tripulados).
Así se ha puesto de manifiesto en una ponencia pública durante la conferencia West 2022 que se ha celebrado hace unos días en San Diego. La presencia de numerosas autoridades en el acto, y el hecho que San Diego acoge importantísimas instalaciones militares tanto de la United States Navy -la Marina de los Estados Unidos- como del United States Marine Corps, da más relevancia a lo manifestado.
El origen de la información es el almirante Michael Gilday, Jefe de Operaciones Navales (CON, Chief Naval Operations). Según concretó, de acuerdo con diferentes análisis internos, el control del espacio marítimo internacional requiere de una fuerza naval militar propia conformada por más de 500 buques.
Se requerirán más de cien navíos de escolta que incluirían unos 60 destructores y 50 fragatas. (United States Navy)
Esa aseveración, en contrapunto con la de unos 365 ejemplares requeridos durante la presidencia de Donald Trump, se acerca bastante a la de 600 navíos que se aspiraban en los años que gobernó el expresidente Ronald Reagan. Los acontecimientos más recientes y el hecho que China y Rusia están apostando por flotas militares más contundentes y capaces, en su búsqueda de controlar los mares y océanos, seguro que han sido tomadas en consideración a la hora de obtener esas conclusiones.
Se da la circunstancia que esos datos son públicos sólo unos meses antes de que se genere la solicitud específica para los presupuestos del futuro y se incluya una nueva evaluación de la entidad de la fuerza naval que se quiere tener en servicio durante las próximas décadas. Se apostaría por un nuevo plan de construcciones navales establecido con unos horizontes de largo plazo, lo que incidiría, según ha señalado el Pentágono en distintas ocasiones, en planteamientos de construcción que permitan series más largas de menor coste de obtención y de sostenimiento.
Sobre esos más de 500 buques para la Marina de los Estados Unidos, señalar que serían en tipo y capacidad similares a los actuales, con una importante fuerza de escoltas basadas sobre todo en destructores y fragatas -60 de los primeros y 50 de las segundas-, un núcleo de submarinos de propulsión nuclear mayor al actual -entre 80 y 90 ejemplares- y una estructura anfibia sustentada en una decena de navíos anfibios de cubierta corrida y entre 20 y 30 barcos más pequeños, estos últimos de acuerdo con las necesidades de despliegue expedicionario de los elementos del United States Marine Corps.
Doce portaaviones, con sus correspondientes grupos navales, permitirán el mejor control del espacio marítimo internacional. (United States Navy)
Se sabe, porque así lo ha reseñado el almirante Gilday, que serían 12 los portaaviones que se mantendrían en servicio activo, dado que sigue siendo imprescindible la aportación de los medios aéreos que les identifica y hace distintos, en potencial y capacidades, de otros buques militares.
Otra novedad es que se señala que serán también necesarios unos 150 buques autónomos, remotamente tripulados. Desconocemos de que navíos y que especialidades concretas cubrirán, aunque está claro que, cada vez más, este tipo de conceptos gozarán de una mayor profusión y serán imprescindibles a la hora de abordar diferentes situaciones y misiones.
Ese concepto podría enmarcase en programas a futuro como la Battle Force 2045, aunque será determinante en su obtención la necesaria dotación presupuestaria que debería crecer, sustentando así de una mejor forma la industria naval propia, para conseguir lo pretendido. (Octavio Díez Cámara)
Fotografía portada: La Marina de los Estados Unidos apuesta, a futuro, por una flota de más de 500 buques de superficie y 150 navíos autónomos. (United States Navy)