La transformación de los sistemas de armas asociados al entorno marítimo parece que, en lo que a buques autónomos de ataque o semiautónomos se refiere, evoluciona de forma más lenta que aquellos similares destinados a operaciones aéreas o terrestres. En el marco de la feria DSA de Malasia conocimos una interesante solución que, aparentemente, va mucho más allá de lo que es clásico en el segmento de productos de los vehículos de superficie autónomos navales (USV, Unmanned Surface Vehicle).
La presentaba el astillero Tais Shipyards que tiene su sede en Estambul (Turquía) junto a otras nuevas propuestas que permiten augurar un importante crecimiento del tejido industrial turco asociado a las empresas de Defensa.
Esta vista proel permite ver como su popa ha sido modificada con un casco trimarán que le añade una notable superficie para distintos sistemas o un equipo sonar ASW. (Octavio Díez Cámara)
Con el nombre comercial de Marlin, y señalando que en la maqueta se incluían referencias tanto al Sefine Shipyard como al conglomerado industrial Aselsan, se presenta un buque autónomo de ataque conformado con un casco tipo trimarán que añade en su popa una superficie mayor en la que situar diferentes sistemas de armas que le brindan buena parte de su potencial ofensivo para cubrir misiones como las de ataque.
En el Marlin se conjuga una plataforma diseñada para operaciones de guerra de superficie, de lucha antisubmarina, de apoyo a acciones anfibias, de guerra electrónica, de lucha contra amenazas asimétricas, de cooperación con sistemas aéreos para ayudarles en su puntería o para el lanzamiento de misiles contra objetivos en el mar o en la costa. Para poderlas realizar, este buque autónomo de ataque se ha diseñado partiendo de un concepto altamente modular y en la maqueta se acompañaban algunos de los conjuntos que incidirían en brindarle unas posibilidades operativas óptimas.
Lo que proponen en Turquía es novedoso. Se parte de un buque convencional de 15 metros de eslora modificado en su zona proel con dos cascos laterales que hacen que pueda designársele como trimarán y que tenga mayor estabilidad. El USV Marlin tendría un desplazamiento de 23,5 toneladas, un calado de 0,82 metros y podría alcanzar velocidades punta de unos 25 nudos gracias a su planta propulsora conformada por dos motores diésel que alimentan dos impulsores de chorro de agua tipo waterjet; la autonomía operativa es de hasta una semana y 1.000 millas, pudiendo operar en estados de mar de fuerza 5 y requiriendo para su control sólo a un operador y a un supervisor.
El Marlin es un USV novedoso que, si tenemos en cuenta su potencial ofensivo, podría cubrir zonas concretas para impedir el tránsito de buques adversarios. (Octavio Díez Cámara)
Armamento a bordo
Lo que más llama la atención en este trimarán, que está destinado a actuar como buque autónomo de ataque, es que incluye un mástil con numerosos sensores para gestionar tanto sus movimientos como el lanzamiento de algunas armas y que a proa llevaría un montaje RWS (Remote Weapon Station) con un arma principal que es una ametralladora pesada de 12,70x99mm.
En zona de popa, ampliada en lo que es la superficie disponible por la configuración trimarán del Marlin, pueden situarse dos afustes dobles para torpedos ligeros de 324mm, un lanzador con 2 módulos para 10 armas de ataque, misiles de ataque Kuzgun y L-UMTAS en afustes cuádruples, y otros sistemas de armas; incluso, puede ser equipado con un módulo especial para cometidos antisubmarinos que incluiría un sonar calable para ayudarle a localizar aquellas amenazas sobre las que centraría su capacidad de ataque. (Octavio Díez Cámara)