A finales del pasado mes de agosto tenía lugar la esperada firma de la primera etapa de la fase de producción del Vehículo de Combate de Ruedas (VCR) 8x8 “Dragón” entre el Ministerio de Defensa y Tess-Defence, la compañía formada por General Dynamics European Land Systems – Santa Bárbara Sistemas, Indra, Sapa Placencia y Escribano Mechanical & Engineering.
De esta manera, previsiblemente Santa Bárbara se encargará del suministro de la plataforma y la integración en el vehículo, Indra del Sistema de Misión y de la arquitectura electrónica, Sapa Placencia del grupo motopropulsor y Escribano Mechanical & Engineering, de los sistemas de armas.Sin embargo, como analizamos en este medio, la firma del contrato pospone la elección de dos sistemas críticos del “Dragón” como son los sistemas de armas y comunicaciones, decisión que se tomará el año próximo.
En este momento cabe preguntarse ¿dónde han quedado los Programas Tecnológicos? Fueron concebidos como un programa de I+D para reducir riesgos para la fabricación del vehículo de serie pero, ¿se han reducido los riesgos? Los industriales tal vez, pero con este nuevo enfoque en el que, previsiblemente, ninguna de las torres finalmente seleccionadas habrá sido probada en combate sobre un vehículo blindado, ¿no se aumenta el riesgo que corre el soldado?
Así mismo, parece que también se ha olvidado el sacrificio económico y humano que, por ejemplo, los fabricantes de las estaciones de armas han asumido y que ahora, ven como su esfuerzo se desprecia de un plumazo. Podríamos decir sí, que estas empresas hicieron una apuesta y que así es el negocio pero, ¿se puede decir que es ético utilizar un Programa de I+D para alimentar el know how de una UTE a la que se le cede información valiosísima de un producto para que finalmente, tal y como se publicó en varios medios, integrantes de esta UTE establezcan acuerdos para desarrollar torres con otras empresas pertenecientes a la nueva adjudicataria del contrato VCR 8x8 y acaben siendo la competencia de dichos productos? Que cada uno haga sus valoraciones.
Ante este panorama, se reitera que parece que ha quedado de lado la importancia de disponer de un sistema que haya demostrado su capacidad de mantener a salvo a la tripulación en combate. Evidentemente, es muy importante que se produzca y se disponga del soporte logístico íntegramente en nuestro país pero, ¿por qué no tener las dos cosas? Los candidatos para proveer al 8x8 con los tres sistemas de armas contemplados (torre de empleo remoto ligera, torre de empleo remoto de 30 mm. y torre tripulada de 30 mm.) siguen poniendo en valor sus propuestas a nivel técnico e industrial, así como la apuesta por la industria nacional que no es diferente a la que aporta la empresa elegida. (Manolo González Redondo)
Fotografia: El anterior SEDEF durante la visita que hizo en junio a la planta de GDELS-SBS (Ministerio de Defensa)
