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Sábado, 23 de noviembre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Q-SLAM-40: El dron kamikaze hecho en España

La munición merodeadora es artillería volante. Es la fuerza aérea de los mandos de las tropas terrestres. En el futuro será el método más directo para destruir al enemigo y controlar el campo de batalla. El desarrollo de la munición merodeadora constituye un formidable multiplicador de fuerza y será un elemento esencial para la victoria (Shankar Prasad, teniente general (retirado) del Ejército de la India.)

La denominada munición merodeadora, popularmente conocida como dron suicida o kamikaze, se refiere a un sistema de armas que podríamos considerar híbrido entre los vehículos aéreos no tripulados, los conocidos UAV (Unmaned Aerial Vehicle) y las municiones inteligentes (proyectiles que pueden corregir su trayectoria para alcanzar el objetivo).

En este artículo expondremos las características de un diseño netamente español, que trata de abrirse paso en un efervescente segmento de gran interés y segura expansión. Se trata del Arquimea Q-SLAM-40 de 40 mm., queriendo decir SLAM (Surgical Loitering Airborne Munition).

Un poco de historia

El concepto de loitering munition comenzó a tomar carta de naturaleza en la década de los ochenta del siglo pasado con algunos programas como el AGM-136 Tacit Rainbow de Estados Unidos y los israelíes IMI Delilah e IAI Harpy.

Estos primeros desarrollos surgieron con un objetivo muy específico: la supresión de las defensas aéreas enemigas. Más adelante, a comienzos del siglo XXI, el espectro se fue ampliando y empezaron a concebirse ingenios con un amplio abanico de posibilidades, combinado diversos parámetros: objetivos, potencia, autonomía, alcance…

La denominada 2ª Guerra del Alto Karabaj constituyó un breve conflicto armado (27 de septiembre a 10 de noviembre 2020) que, una vez más, enfrentó a las irreconciliables republicas de Armenia y Azerbaiyan. Aunque el resultado de las hostilidades no puede considerarse decisivo en cuanto a la resolución del conflicto, lo cierto es que, en esta ocasión, la balanza se inclinó a favor de Azerbaiyan, que consiguió importantes ganancias territoriales. Una de las claves del éxito fue sin duda el masivo empleo de UAV y munición merodeadora.

Aunque ambos bandos disponían de este tipo de ingenios, Azerbaiyan tenía más y mejores. Las Fuerzas Armadas azeríes emplearon los UAV suicidas con notable éxito, para, en primer lugar, destruir las defensas antiaéreas enemigas, lo que posteriormente permitió usar todo tipo de aeronaves –tripuladas o no– con mayor libertad de acción y eficacia. De esta forma, unos sistemas de armas relativamente económicos proporcionaron una ventaja estratégica que marcó el devenir y conclusión del efímero conflicto.

Este enfrentamiento armado –aunque breve y de alcance limitado– ha venido a certificar la utilidad de una tecnología barata, de fácil acceso y de sencillo empleo. Ahora la guerra de Ucrania está confirmando que los UAV son un arma del presente y están llamados a ser del futuro. La contienda ruso-ucraniana es la desinformación en estado puro y por ello las noticias que nos llegan hay que someterlas a prudente cuarentena y analizarlas con las debidas reservas.

Sin embargo, aunque alguna información pueda haber sido deliberadamente exagerada, parece que la eficiencia de los UAV está fuera de toda duda y que su papel está siendo muy relevante. Los ucranianos disponen de una flotilla internacional de UAV entre los que destacan los estadounidenses Switchblade 300/600, el turco Bayraktar TB2 y el Leleka-100 de fabricación ucraniana.

Por su parte los rusos también están usando estos ingenios con modelos como el veterano Orlan-10 o el moderno Kalashnikov Kub. Hay países, entre los que podemos citar a China, Estados Unidos, Federación de Rusia, Israel, Irán, Taiwan o Turquía que tienen tecnología y producción propias, y otros como Alemania, Azerbaiyan, Corea del Sur o India, que comienzan a poner en marcha sus propios programas.

En este contexto, el 12 de octubre del pasado año, la compañía alemana Rheinmetall y la israelí UVision Air hicieron pública su alianza para el desarrollo de munición merodeadora. Tras la firma del acuerdo, el gigante germano de la defensa realizó una declaración oficial en la que manifestaba que a través de esta asociación, Rheinmetall y UVision ofrecerán, en el campo de la munición merodeadora, soluciones integrales para las Fuerzas Armadas de Europa.

Los alemanes aportarán su potencia industrial y su posicionamiento en el mercado, mientras que los israelíes harán lo propio con su tecnología y experiencia. UVision puede ser considerada una de las compañías líderes en este tipo de productos. Fundada en 2011, desde sus inicios pone a punto su programa de munición merodeadora Hero. La serie Hero desarrolla diversos tipos dentro de esta clase de munición: ligera portátil (H-20 y H-30), corto y medio alcance (H-40 y H-70) y largo alcance (H-250, H-400, H-900 y H-1250).

 

Para finalizar este apartado, parece oportuno mencionar que Marruecos también está apostando por estos sistemas de armas y ha llegado a un acuerdo con otra empresa israelí, en este caso la pública IAI (Israel Aerospace Industries), para el suministro de UAV suicidas (incluyendo la fabricación conjunta de aparatos de la clase Harop en suelo marroquí).

El caso es que este sistema de armas –llámesele munición merodeadora o UAV kamikaze – se ha puesto de moda y, al menos a corto plazo, está generando grandes expectativas. Se trata de un producto barato y de fácil manejo que, además de proporcionar notables ventajas en el campo de batalla, representa un menor riesgo para los operadores, que pueden mantenerse a considerable distancia de la primera línea de combate.

 

El Q-SLAM-40

 

Hecha esta introducción, pasemos a analizar el desarrollo español de Arquimea Q-SLAM-40, que también busca su línea de avance en este frente de batalla. En primer lugar, efectuaremos una breve descripción del sistema, enunciando sus partes constitutivas para, a continuación, hacer algunas consideraciones sobre sus características y posibilidades de empleo.

Es un arma ligera de empleo táctico que se maneja con un equipo de 2 operadores militares: de control y de lanzamiento. Con un peso total de 28 kg. se transporta en 2 mochilas diseñadas al efecto, una para la estación de control y el lanzador y otra para la munición (3 disparos). El sistema a su vez se divide en 3 subsistemas: la plataforma aérea, la estación de control y el dispositivo de lanzamiento.

La plataforma aérea no es otra cosa que la munición propiamente dicha. Se trata de un UAV equipado con los correspondientes sistemas de navegación y propulsión pero que, además, ha sido armado con una cabeza de guerra, convirtiéndose así en munición merodeadora. El diseño, en cuanto a aeronáutica se refiere, no difiere mucho de una aeronave no tripulada clásica. Consta de un fuselaje con dos alas de igual tamaño, que se sitúan en la parte superior delantera e inferior trasera; estas alas permanecen plegadas durante el transporte y se despliegan automáticamente cuando el aparato comienza el vuelo. La propulsión la proporciona un pequeño motor eléctrico instalado en la popa.

 

El Q-SLAM-40 está equipado con un sistema de navegación con sensores inerciales, lo que le proporciona una gran fiabilidad en la trayectoria y estabilidad en vuelo. Además, dispone de un sistema de video HD con capacidad de transmisión de imágenes en tiempo real. La plataforma transporta una cabeza de guerra compuesta por una granada explosiva de 40 mm. y una espoleta electrónica de alta seguridad.

El operador siempre mantiene el control de las operaciones: armado y desarmado de la espoleta, detonación por control remoto o por impacto dirigido, o neutralización del artefacto explosivo. si hay que abortar la misión. 

 

La estación terrestre de control es el subsistema que, mediante las correspondientes aplicaciones de mando, control y comunicaciones permite operar todo el dispositivo: vuelo, información y ataque. Consta de 2 componentes: un terminal operativo y una antena de comunicaciones.

 

El primero, del tipo tableta, resistente a golpes y condiciones adversas (rugerizado), consta de una pantalla y una serie de mandos de control que permiten un fácil e intuitivo manejo. La antena ha sido especialmente diseñada para asegurar la transmisión de datos a las distancias requeridas. El dispositivo de lanzamiento permite el despegue de la plataforma aérea en cualquier momento o situación. Se trata de un artefacto ligero de fácil transporte y rápido asentamiento gracias a sus patas retráctiles. La proyección inicial se consigue gracias a un sistema neumático (émbolo y válvulas electrónicas), que proporciona la energía necesaria para que el aparato inicie la fase de vuelo.

 

Q-SLAM-40

 

Secuencia de lanzamiento del Q-SLAM-40 (foto Arquimea Aerospace & Defence).

 

Características y posibilidades

 

Q-SLAM-40 es un acrónimo que equivale a la siguiente expresión: Arquimea–Surgical Loitering Airborne Munition 40 mm. Estas siglas nos servirán para estructurar nuestra exposición con los elementos que nos proporcionarán una imagen completa del producto, sus características y posibilidades de empleo. La Q es la letra que ha sido elegida por Arquimea Group como seña de identidad para distinguir sus productos más emblemáticos.

Se trata de una empresa 100 por ciento española, que se presenta a sí misma como un grupo tecnológico internacional transversal que desarrolla soluciones y productos innovadores en sectores de actividad de alta exigencia. Tieneuna división denominada Arquimea Aerospace & Defence que, como su propio nombre indica, se especializa en el diseño y desarrollo de productos y sistemas destinados a cubrir las necesidades de los sectores aeroespacial, de seguridad y de defensa.

 

Esta división mantiene desde hace años un programa específico de vehículos aéreos no tripulados. La incursión en el mundo de los UAV se inició con uno de observación denominado Shepherd-MIL, que posteriormente se rediseñó para ser empleado como furtivo observador avanzado, con capacidad de monitorizar y corregir desde el aire el fuego de morteros o artillería. Hace aproximadamente 4 años, a partir de la experiencia adquirida con el Shepherd-MIL, comenzó a desarrollarse el Q-SLAM-40 como sistema de munición merodeadora, con el objeto de superar las limitaciones de alcance y precisión que, en algunos casos, presentan los fuegos terrestres.

 

La S es de Surgical (quirúrgico en español), un término que, según la segunda acepción del Oxford Advanced American English Dictionary, se usa para describir algo que se hace de una forma muy precisa, y en particular puede referirse a un ataque militar ejecutado con gran precisión. Precisamente esta es una de las características más valoradas en los UAV suicidas y que constituye su diferencial y fundamental ventaja respecto a las municiones de trayectoria balística (sean éstas tradicionales o guiadas).

Los daños colaterales se entienden como aquellos efectos que se producen durante una operación militar y que causan destrucción, heridos o bajas mortales de forma no intencionada ni deseada. Estos daños son extremadamente contraproducentes pues, además de constituir per se un trágico error, pueden traer consecuencias muy negativas en el desarrollo de las operaciones.

Así, la muerte de civiles (mujeres, ancianos, niños…) o la destrucción de instalaciones especialmente protegidas (hospitales, colegios, monumentos…) tiene perniciosos efectos, tanto en la moral de las tropas como en la opinión pública. Por ello, especialmente en los conflictos híbridos y asimétricos, es habitual que el adversario más débil trate de provocar este tipo de daños para luego –exagerados o manipulados- explotarlos a nivel propagandístico. La técnica más común es desplegar combatientes en posiciones situadas en la inmediata vecindad o incluso en el interior de instalaciones sensibles o zonas habitadas.

Así, si estas posiciones son atacadas, existe un alto riesgo de provocar daños colaterales. Además, incluso aunque éstos no lleguen a producirse realmente, siempre queda la posibilidad de simularlos e iniciar la subsiguiente campaña de desinformación. El Q-SLAM-40 fue expresamente concebido para evitar daños colaterales golpeando sus objetivos con quirúrgica precisión.

 

El producto ha sido diseñado bajo la premisa de que el control siempre permanezca en manos de un operador, que será el último responsable de la decisión de llevar a cabo el ataque. La plataforma dispone de un sistema de navegación inercial y de uno de transmisión video HD. En la primera fase de vuelo, la plataforma puede aproximarse en automático hacia la zona de objetivos. En este tránsito, el operador de la estación terrestre simplemente observa la ruta y, si fuese necesario, podría introducir las oportunas correcciones para ajustar la trayectoria.

Una vez en zona, la cámara de video adquiere su verdadero protagonismo, proporcionando las imágenes que permitirán al operador localizar y guiarlo hacia el objetivo. Además, en función de las imágenes recibidas en la pantalla, mantiene el control hasta el ultimo instante, pudiendo abortar la misión si tiene dudas sobre el objetivo o si aprecia riesgo de provocar daños colaterales. En caso de que el ataque se produzca, las imágenes grabadas antes del impacto también sirven de prueba en caso de que se generase alguna duda o polémica.

 

Memoreando por los aires

 

La L es de Loitering, que es el gerundio del verbo inglés que en español se traduce como merodear. En lo que concierne a nuestra exposición, la munición merodeadora podría definirse como aquella que ha sido concebida para moverse en una determinada zona con la finalidad de localizar, identificar y neutralizar determinados objetivos. La característica esencial de este sistema de armas se inspira en algunas especies animales que practican la caza al acecho.

En la naturaleza es un depredador que se mueve en un territorio donde sabe de la presencia de otros animales que le sirven de alimento. El merodeador recorre su territorio de caza observando y buscando con paciencia y, una vez localizada la presa, se aproxima con sigilo y finalmente se lanza sobre su objetivo. Esta misma técnica de acecho (localización, identificación y ataque) es la que se aplica en el empleo de la munición merodeadora, solo que en este caso los objetivos son militares y el lance corre a cargo de un vehículo aéreo no tripulado manejado por control remoto.

 

La ventaja de esta técnica es que facilita la vigilancia de una determinada zona, así como la exacta localización e inequívoca identificación de los objetivos, todo ello en pro de una mayor precisión y eficacia, pero, además, el procedimiento permite efectuar las oportunas valoraciones y consideraciones antes de tomar la decisión del ataque final. El Q-SLAM-40 tiene una autonomía de vuelo de 12 min. y un radio de acción de 6 km., parámetros que determinan su capacidad de merodeo y, por ende, los límites de su territorio de caza.

Es cierto que estos datos imponen ciertas limitaciones en cuanto a posibilidades de empleo, pero también lo es que se trata de un arma ligera de empleo táctico. Para una pequeña unidad envuelta en una acción de combate próximo, 6 km. es una distancia más que respetable y 12 min. una eternidad.

 

La A proviene de Airborne (aerotransportado) o más simplemente como aéreo. Esta característica resulta una obviedad, pues efectivamente el Q-SLAM-40 no es sino un vehículo aéreo no tripulado con una cabeza de guerra a bordo. Sin embargo, el asunto no es tan trivial, si tenemos en cuenta que el carácter aéreo constituye la esencia de la munición merodeadora.

El vuelo controlado es el factor que permite merodear: localizar, identificar y atacar. El del Q-SLAM-40 se dirige desde una estación de control terrestre, mediante la cual el operador puede introducir los datos e instrucciones que considere oportunos. Además del control manual, el sistema ofrece un total de 5 modalidades plan de vuelo automático (previa introducción de los correspondientes parámetros):

 

  • A destino: La plataforma vuela a un punto final a la espera de nuevas instrucciones.
  • En circuito: Siguiendo uno predeterminado que repite hasta la llegada de nuevas instrucciones.
  • Merodeador: Va hasta una zona donde comienza a merodear siguiendo una órbita predeterminada.
  • De ataque: Sigue una trayectoria de impacto para alcanzar un objetivo previamente identificado.
  • Ruleta: La plataforma vuela orbitando en las proximidades de la estación de control, a la espera de recibir instrucciones.

Además de estas opciones, en la fase de ataque ofrece 2 modalidades de aproximación final, en función de las características y ubicación del objetivo:

 

  • Ataque estándar: El objetivo se ubica en un terreno abierto (campo con escasa vegetación, páramos, estepas, zonas desérticas…) sin grandes obstáculos a su alrededor. El aparato sigue trayectorias de aproximación con cierta horizontalidad, donde predomina el planeo y ligeras correcciones en altitud y deriva.
  • Ataque táctico. El objetivo se ubica en algún punto de difícil acceso (zonas urbanizadas, alta densidad de obstáculos naturales o artificiales…). El aparato sigue trayectorias de aproximación abruptas, donde predominan los giros y picados.

Pero, en lo que a vuelo y trayectorias se refieres, quizá la característica más relevante del Q-SLAM-40 es que el operador siempre mantiene el control, pudiendo abortar un ataque en el ultimísimo instante. En este punto cabe decir que el sistema –con unos ligeros ajustes de software– podría ser adaptado para convertirse en munición autónoma con capacidad para, una vez introducidos los parámetros iniciales, tomar sus propias decisiones. Sin embargo, se ha preferido apostar por la modalidad conocida como man in the loop (hombre en el bucle”).

Con este modus operandi la responsabilidad y decisión final siempre queda en manos de una persona que, en función de diversos criterios y consideraciones (identificación segura del objetivo, rentabilidad del ataque, daños colaterales…), podrá abortar o confirmar el impacto. Piénsese que, una vez dadas las instrucciones iniciales, el ataque con munición totalmente autónoma podría ejecutarse en automático, sin tener en cuenta factores que podrían desaconsejarlo. De momento, circunstancias como la presencia de civiles, la proximidad de tropas propias, la rendición de los combatientes enemigos y otras situaciones análogas solo pueden ser debidamente valoradas por un ser racional con ciertos principios éticos.

 

Munición

 

La M de Munition equivale a munición. En principio, etiquetar al Q-SLAM-40 simplemente como eso pudiera antojarse un tanto degradante para un producto tecnológico de notable complejidad conceptual y novedosas posibilidades operativas. Parece que el calificativo de UAV suicida o kamikaze hubiese sido más digno y apropiado, pues el sistema tiene mucho en común con vehículos aéreos no tripulados.

La cuestión de la denominación no es tan simple como pudiera parecer y veremos a continuación que todo tiene su explicación. Los UAV tiene la consideración legal de aeronaves y, por tanto, están sometidos a un sinfín de regulaciones, tanto relativas a la certificación de los aparatos como a las licencias necesarias para su pilotaje.

Sin embargo, la munición merodeadora no aspira a ser aeronave ni a ser manejada por un acreditado piloto. Su vuelo –en gran parte automático– no ha de considerarse un fin en sí mismo, sino una herramienta que permite llevar una cabeza de guerra hasta un objetivo. Se trata de plataformas aéreas de un solo uso y con características muy singulares: el despegue se realiza mediante la impulsión de un dispositivo de lanzamiento, la fase de vuelo se realiza preferentemente en automático y el aterrizaje –por razones obvias- no se contempla. En definitiva, y sin entrar en más disquisiciones, la categorización como munición parece la más acertada y eficiente.

 

40 es simplemente el calibre en mm. de la granada, cuyo radio de acción letal es de 10 m. La cabeza de guerra se completa con una espoleta electrónica de alta seguridad. El operador, desde la estación de control terrestre, puede en todo momento enviar instrucciones para armar o desamar la espoleta, haciendo que la cabeza de guerra quede activada o no a voluntad. Adicionalmente, el sistema incorpora una medida que garantiza la seguridad de los operadores. Si la plataforma se encuentra a menos de 200 m. de la estación de control, resulta imposible armar la espoleta por lo que la cabeza de guerra queda inerme.

 

La munición, por su reducido calibre, está pensada para ser empleada contra combatientes aislados o pequeñas unidades no protegidas (personal al descubierto, posiciones defensivas con fortificación ligera, nidos de ametralladoras, puestos de francotiradores…).

Adicionalmente, el Q-SLAM-40 puede ser empleado para destruir elementos esenciales (antenas, sensores, radares, fuentes de alimentación, depósitos inflamables…) de sistemas de armas complejos. En este contexto podría ser utilizado para dejar fuera de servicio –al menos transitoriamente– instalaciones críticas (puestos de mando, centros de transmisiones…), así como vehículos terrestres, aeronaves e incluso buques de pequeño porte. 

 

 

El armado (introducción de la carga explosiva) se puede hacer instantes antes del lanzamiento (foto Arquimea Aerospace & Defence).

Conclusiones

Hecho este primer análisis y en virtud de todo lo dicho podemos extraer las siguientes conclusiones sobre el Q-SLAM-40:

 

  • Investigación+Desarrollo+Innovación: No podemos decir que se trate de un invento revolucionario pues, desde hace unos 10 años, vienen apareciendo en el mercado productos similares. No obstante, debemos poner en valor este prototipo por tratarse de un desarrollo 100 por ciento español, tanto en tecnología como en fabricación.
  • Posibilidades de empleo: Se trata de un producto ligero y compacto, que puede tener una gran utilidad para resolver determinadas situaciones a nivel táctico. Es posible transportarlo a pie por un equipo de 2 efectivos y, con las correspondientes adaptaciones, es capaz de integrarse en una gran variedad de vehículos, desde los más ligeros cuatriciclos (los conocidos quads) o los UTV (Utility Task Vehicles), tipo boogie” militarizado, a los tradicionales vehículos todo terreno, medios acorazados de toda clase, embarcaciones…
  • Posibilidades de evolución: La posible evolución del sistema podría materializarse en varios frentes, entre otros estos:
  • Diseño y construcción de modelos más pesados, con mayor alcance y potencia (emulando las series Hero de UVision).
  • Diseño y construcción de lanzadores múltiples y sus correspondientes estaciones de control en shelter.
  • Investigación y desarrollo para el lanzamiento desde el aire y enlace con estaciones de control terrestres.
  • Investigación y desarrollo para la neutralización de objetivos múltiples mediante despliegue de enjambres.

(1)https://www.defencestar.in/defence-news/rheinmetall-uvision-join-hands-to-build-market-loitering-munitions-in-europe/5908/

(2)https://www.arquimea.com/.

(3)https://www.oxfordlearnersdictionaries.com/definition/american_english/surgical.

Entrevistamos a Manuel Martín Flórez, máximo responsable ejecutivo de Arquimea Aerospace & Defense

 

Manuel Martín Flórez (foto Arquimea Aerospace & Defence).

 

Manuel Martín Florez, máximo responsable ejecutivo de Arquimea Aerospace & Defense, nos habla sobre la munición merodeadora y la apuesta de la empresa en el segmento de los UAV

 

Las fuerzas armadas de numerosos países muestran interés por la munición merodeadora, los cada vez más famosos “drones kamikaze” ¿Se trata de una moda pasajera o están llamados a desempeñar un papel determinante en el campo de batalla?

 

Si, esta munición es un producto demandado desde hace tiempo por su versatilidad y gran precisión. Sin embargo, hay que reconocer que el verdadero boom se ha producido a raíz del último conflicto entre Azerbaiyan y Armenia donde estos sistemas de armas tuvieron un rol determinante en el resultado de los combates. A partir de ese hito, la mayoría de los países están desarrollando o comprando munición merodeadora o productos análogos.

 

¿Cuáles son las características del Q-SLAM-40 que le pueden hacer un producto competitivo?

 

Fiabilidad, precisión quirúrgica, fácil manejo y, sobre todo, gran capacidad para evitar posibles daños colaterales. Además, desde el punto de vista estrictamente comercial, no hay que olvidar la relación calidad precio.

 

Recientemente el Ministerio de Defensa les ha asignado un contrato de investigación sobre estos sistemas ¿Cuál es el objetivo y que resultados esperan?

 

El objetivo es desarrollar un producto netamente español que cubra las necesidades de nuestras Fuerzas Armadas sin depender del exterior. Respecto a los resultados, hemos tenido la suerte de que llevábamos investigando desde hace años, así que esperamos que el Q-SLAM-40 esté certificado y operativo en breve plazo. De hecho, antes de que finalice este año tenemos previsto realizar algunas pruebas operativas en la Brigada de La Legión.

La verdad es que estamos muy contentos de que el Ministerio de Defensa de España haya confiado en nuestra empresa adjudicándonos este contrato de investigación para el desarrollo de un producto de gran futuro. Estamos seguros de que los resultados serán más que satisfactorios y que este apoyo inicial irá seguido de otros contratos de adquisición, tanto a nivel nacional como internacional, que garanticen la continuidad y ulterior evolución del sistema. Si todo va bien, sobre la base de este primer prototipo ligero, es posible que podamos desarrollar otros modelos de igual precisión, pero con más alcance y potencia.

 

¿Cuáles son las expectativas del Grupo Arquimea en el sector de UAV?

 

Los UAV tienen un gran presente y un extraordinario futuro, tanto en aplicaciones civiles como militares. Por ello este sector debe ser objeto de especial atención. Respecto a planes para próximos diseños, sí que los hay. Tenemos una patente europea para el desarrollo de un dron que puede tener distintas aplicaciones, incluyendo las tareas de desminado, pero de momento el proyecto está muy en ciernes y no puedo adelantar mucho más. 

 

¿Cree que una empresa española puede encontrar hueco en el mercado internacional?

 

No sé si lo encontraremos, pero desde luego lo vamos a intentar. Nuestra primera prioridad, por razones obvias, es satisfacer las necesidades de las Fuerzas Armadas españolas. No obstante, también es cierto que el Grupo Arquimea mantiene relaciones, tanto comerciales como en materia I+D+I, con otros países. En este sentido, el apoyo de nuestro Ministerio de Defensa es esencial y precisamente por ello estamos tan satisfechos con el contrato de investigación y desarrollo que nos ha otorgado la Dirección General de Armamento y Material. Este simple hecho constituye una señal muy positiva y la mejor carta de presentación a nivel internacional. Para lanzar un producto fuera de España es prácticamente obligatorio que el equipo, sistema o dispositivo que se pretender ofertar esté en servicio, o al menos haya sido probado y experimentado, en alguna Unidad de nuestras Fuerzas Armadas. Nosotros venimos practicando este procedimiento desde hace años y consideramos que los ensayos en unidades militares son condición sine qua non para el éxito de cualquier proyecto. Como ya he señalado, estamos trabajando a contra reloj para que antes de que finalice el año puedan realizarse estas pruebas operativas que, casi seguro, se realizarán en la Brigada de La Legión, que, como usted bien sabe, fue designada hace algún tiempo Brigada Experimental. (Antonio Esteban López)

 

Fotografía portada: Vista general del Q-SLAM-40 (foto Arquimea Aerospace & Defence).

 

 


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