Armas de energía dirigida, el láser llega al escenario de combate
Misiles hiperveloces, sistemas aéreos controlados a distancia, cañones sobre camiones, armas contracarro de gran poder de perforación, visores con intensificador nocturno y canal térmico, nuevas municiones para armas ligeras… pueden suponer una gran ventaja ante hipotéticos adversarios y, como las grandes potencias lo saben, apuestan por fuertes inversiones para desarrollarlos y adquirirlos. Junto a ellos, pasando algo más desapercibida a la atención general, se encuentra una tecnología que, poco a poco y sobre todo en los últimos años, se ha ido afianzando con fuerza y que parece que pronto dejará de ser poco más que una ficción pasando a su uso amplio. Nos referimos a los sistemas de armas de energía dirigida DEW (Directed Energy Weapon) basados en equipos láser, que aprovechan sus haces precisos para neutralizar y destruir un blanco concreto en emisores de microondas que, trabajando a determinadas frecuencias y en distintas longitudes de onda, generan descargas no cinéticas de energía a alta potencia con las que dejar fuera de combate los equipos electrónicos de varios objetos a la vez.
Se emiten en haces de partículas diseñados para generar efectos térmicos y el colapso eléctrico de los equipos alcanzados por ellos o, entre otras soluciones, en otros de plasma, tecnología esta última en la que trabajan tanto estadounidenses como rusos. El potencial que esos tipos de armas puede tener en el campo de batalla terrestre, naval y aéreo de las próximas décadas ha llevado a que empresas con inversiones privadas y gobiernos, con fondos públicos, estén apostando con...
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