Claves de la modernización de medios aéreos en las Fuerzas Armadas de América Latina
Luis Piñeiro, 14 de enero de 2016
Cuidando sus intereses particulares, cada nación latinoamericana ha ido incrementando en los últimos años su poder aéreo en mayor o menor medida según sus necesidades y fundamentalmente de sus capacidades financieras. Empezando este análisis por el Sur, con la adquisición de casi media centenar de F-16 de dos modelos diferentes, diez de nueva fabricación y 36 de segunda mano bastante más antiguos y a pesar de ello y teniendo en cuenta que muchos de ellos ya no vuelan, sería imposible comparar lo que creció la Aviación Militar de Chile, en relación a lo que crecieron las instituciones de otros países de la región…
Tres KC-135, doce Super Tucano, doce helicópteros Bell 412 nuevos, un Boeing 767-300ER, etc. hacen de la aeronáutica chilena una fuerza nueva y equilibrada, con un solo sistema de armas más numeroso e importante, aunque teniendo siempre presente a sus 10 Northrop F-5 Tiger III y los C-101. A esto se suma la reciente licitación destinada a comprar nuevos helicópteros de prestaciones similares al único UH-60 que actualmente opera Chile. Parecido dinamismo vemos en la Aviación Naval, que cuenta con tres Casa 295 y 2 P3 actualmente en proceso de cambio de alas y mantiene operativo 3 antiguos Embraer 111; también opera 7 helicópteros Super Puma, 8 AS.365 y recientemente ha firmado un contrato por siete P68 Observer 2. La Aviación de Ejército, por su parte, incorporó en los últimos años un total de 11 helicópteros Cougar AS-532/AS-332B1 y AS 332 M1 Super Puma y continúa las...
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