Estados Unidos y su evolución de la disuasión nuclear
Octavio Díez Cámara, 24 de abril de 2022
Estados Unidos sigue siendo, pese a que tanto China como Rusia han avanzado sustancialmente en capacidades genéricas y específicas de sus ejércitos, la mayor potencia militar del mundo. Buena parte del potencial estadounidense se sustenta sobre la disuasión que le confiere el disponer de un arsenal nuclear temible y creíble, que puede proyectar hacia sus objetivos con misiles balísticos intercontinentales ICBM (Inter Continental Ballistic Missile), que tienen alcances superiores a los 10.000 km., bombarderos y cazabombarderos que transportarían las armas hasta el punto de lanzamiento o submarinos como los SSBN, que incluyen pozos verticales para disparar hasta una veintena de misiles con ojiva nuclear.
Tras los últimos acuerdos internacionales en relación con las capacidades máximas que cada país podía tener en sus almacenes(1), las estimaciones más precisas dan una cifra de unas 3.700 armas nucleares a disposición de las distintas capacidades de proyección de las tres ramas principales de las Fuerzas Armadas estadounidenses.
Ese número, que aproximadamente tendría un potencial destructivo de varios cientos de miles de veces el que se generó en la explosión de Nagasaki de 1945, parece ser que se va a ir, poco a poco, reduciendo. Paralelamente a ese proceso, ya se plantean opciones complementarias que repercutan tanto en la disuasión general, como en obtener recursos potentes, pero limitados, con los que hacer frente a distintos tipos de situaciones de crisis que puedan surgir en futuros enfrentamientos asimétricos.
El Gobierno que preside Joe Biden ya trabaja con un plan definido en este aspecto y consensuado entre demócratas y republicanos,...
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