El saqueo de Fabricaciones Militares Argentinas
Luis Piñeiro, 2 de febrero de 2016
Fabricaciones Militares no ha sido una excepción en lo que el nuevo gobierno argentino va encontrando conforme asume la gestión del país: situaciones tragicómicas, despilfarro, nepotismo, corrupción y desmanejo de los dineros públicos. La que fuera una empresa ejemplar, con plantas de producción de gran capacidad y algunos éxitos de exportación interesantes, se vio afectada enormemente por diferentes y sucesivos gobiernos destinaron a su interés particular la enorme estructura fabril y administrativa, que incluía zonas francas en puertos de todo el país.
Y en esas se andaba cuando llegó la administración kirchnerista, con sus notables excesos -que los medios especializados siempre destacamos cuando los demás hacían silencio- , con su épica contra el imperialismo planetario y un excéntrico sentido del manejo para un conglomerado industrial de tal porte. La situación en Fabricaciones Militares estalla al despedirse a un centenar y medio de empleados considerados ñoquis, una denominación que define a aquellos funcionarios que cobran un sueldo sin tareas efectivas o incluso sin ir a trabajar. Pensemos que en los años 80, la institución tenía 15 fábricas y tan solo 140 empleados administrativos, mientras que hoy tiene sólo cinco plantas productivas y 340 empleados de oficina. Se han descubierto oficinas sin sentido, gastos incoherentes de servicios, coches oficiales en número desconocido, la existencia de un completísimo estudio de televisión y un verdadero centro electrónico de creación y preparación de medios, donde se producían avisos y publicidad para el Gobierno, lo que incluía la edición de folletería, videos y todo elemento...
Contenido solo disponible para suscriptores
Identificación
Suscríbase
Si no dispone de cuenta Paypal, pague con su tarjeta de crédito o débito