Aliada a un fondo de inversiones Aciturri, con sede en Miranda de Ebro (Burgos), está considerando la compra de ITP Aero a Rollls-Royce, que necesita obtener liquidez y hacer frente al impacto del coronavirus y a una delicada situación anterior. El resultado sería una importante empresa de industria aeronáutica nacional. La empresa española es uno los inversores mejor posicionados en este proceso de compra, coordinado por Goldman Sachs, en el que a final de marzo culminaba la aceptación de ofertas. Otros interesados son KKR, CVC, Penrose Towerbrook, que es uno de los accionistas de los otros grandes proveedores españoles de aeronáutica, Aernnova, de la que tampoco se descarta que entre en la puja. También ha mostrado interés el motorista alemán MTU, pero para Rolls-Royce supondría entregarle demasiadas capacidades.
La venta de ITP Aero se presenta como una solución para cuadrar las cuentas de una Rolls-Royce, en un movimiento de desinversiones por el que espera lograr unos 2.200 millones de euros, la mayor parte procedente de la filial española. Perdió 4.000 millones de euros de ingresos, más de lo previsto, lo que le obligó a acelerar en el plan de desinversiones, El ganador debe significar una solución que no moleste al Gobierno español, considerando Noruega vetó la venta también por parte del motorista británico de la escandinava Bergen ala rusa TMH por motivos de seguridad nacional. La venta se produce en un momento de sensibilidad en Europa hacia sus empresas estratégicas, ante el temor que puedan caer en manos de inversores que no defiendan su implantación industrial. ITP Aero registró el año pasado unas pérdidas de 13 millones de euros y un descenso en los ingresos del 25 por ciento, situándose en 735 millones por impacto del coronavirus sobre la aviación.
Su negocio de defensa se mantuvo, pero el de aviación civil se desplomó. El Gobierno español afirma que considera a ITP Aero como estratégica, aunque pertenezca a un grupo extranjero y, sorprendentemente, no mostrara ninguna preocupación ni vetara la venta de la participación de Sener a Rolls-Royce en su día, por su participación en programas críticos para la seguridad nacional y ahora asegura qi dispuesto a vetar la operación en caso de que no se garantice que los activos estratégicos se quedan en el país. La secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro, aseguró que la solución que se persigue con ITP Aero es que vuelva a ser española, ya que es estratégica. Pero los fondos de in versión son los que tienen los recursos para una operación de este tipo. Rolls-Royce amplió el perímetro de ITP Aero haciendo que dependiera de ella la fábrica de Hucknall, radicada en East Middlands (Reino Unido), aumentando su cartera de clientes, productos y capacidad industrial.
Aciturri, fundada y presidida de forma ejecutiva por Ginés Clemente, ha sido siempre una pieza clave en el proceso de consolidación de la industria aeronáutica española. Airbus, siempre ha animado a los proveedores de primer nivel a unir fuerzas. ITP Aero es un gran fabricante de componentes de motores de avión, y en años normales ingresa cerca de 1.000 millones de euros. Por su parte, Aciturri (300 millones de facturación), Aernnova (700 millones) y Alestis (285 millones) son los tres grandes productores de componentes de aeronaves. Tras Alestis un intento fracasado de integración entre las dos primers, Aciturri adquirió el 76 por ciento de Alestis en 2019, que había sido rescatada por Airbus. La SEPI mantiene el 24 por ciento de las acciones.
Aciturri ha centrado después sus esfuerzos en hacer frente al golpe de la pandemia, pero sin perder de vista la consolidación del sector y el año pasado consideró que tenía sentido una operación con Aernnova o ITP Aero. Si se hiciera finalmente con esta última, el grupo resultante facturaría cerca de 1.600 millones de euros y tendría presencia en programas críticos para la industria aeronáutica militar y civil. El motorista conseguiría una estabilidad accionarial definitiva tras varios años de incertidumbre. Rolls-Royce en 2017 las acciones que estaban en manos de Sener, pasando a poseer la totalidad e intentó venderla dos años después a Indra, pero se frustró, afirmando entonces la británica que ITP Aero formaba parte de su “core business”. Esta ha mantenido su relativa independencia de su propietario, que le ha permitido trabajar para competidores de su matriz en diversos programas de aviación. Está presidida por Josep Piqué y su consejero delegado es Carlos Alzola.