A la espera inminente de una firma que todo apuntaba habría de tener lugar antes de las elecciones del 20 de diciembre, el Ministerio de Defensa ha adjudicado a la Unión Temporal de Empresas (UTE) constituida por Santa Bárbara Sistemas (SBS), Indra y SAPA el programa tecnológico para el desarrollo del blindado 8x8 del Ejército de Tierra español. El contrato se firmó el pasado viernes, 4 de diciembre, según fuentes que recoge el diario ABC. El último Consejo de Ministros antes del periodo estival de agosto autorizaba la celebración del contrato para el desarrollo de los programas tecnológicos del nuevo vehículo de combate 8x8 por un importe de 89.298.000 euros. Se construirán cinco vehículos prototipos durante tres años (2016-2018)
Tras solicitar Defensa un Request For Information el pasado mes de julio a los 5 candidatos al programa de Vehículo de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8, Santa Bárbara Sistemas (SBS), Indra y SAPA recibían la petición de presentar una oferta vinculante para el desarrollo tecnológico del futuro VCR 8x8. El Piraña V será así la base sobre la que se fabricarán los prototipos. El calendario de desarrollo del VCR 8x8 estima un plazo de maduración tecnológica del programa hasta 2017, en tanto la apertura del proceso de adquisición de la plataforma elegida tendrá lugar a partir de 2018. El paso dado por Defensa se enmarca plenamente en la estrategia de desarrollo de un producto nacional que España pueda exportar, lo que pasa por acometer fórmulas de asociación de las empresas españolas ofertantes.
Como paso previo a la adquisición de las plataformas que compondrán la familia de vehículos blindados 8x8, se ha previsto iniciar la ejecución de un conjunto de programas tecnológicos para analizar la viabilidad de las nuevas tecnologías, incorporar las capacidades estratégicas de la industria nacional y alcanzar el grado de madurez necesario para posibilitar su integración en la plataforma VCR 8x8. De igual manera que sucede con las nuevas fragatas F-110 de la Armada, el programa del 8x8 se gestionará mediante la conocida fórmula de los Programas Especiales de Armamento, financiada por el Ministerio de Defensa entre 2015 y 2018. Las anualidades se prolongarán durante los próximos tres años, del 2015 al 2018, por importes de 40.801.200, 30.637.200 y 17.859.600 euros, respectivamente. Posteriormente el Ministerio de Defensa devolverá estas cantidades anticipadas en un pago que tendrá lugar en el año 2018. El contrato de Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i) se encargará de la realización de seis programas de estudios tecnológicos que desarrollarán los prototipos del futuro vehículo.
Defensa ha decidido abordar el programa del Vehículo de Combate 8x8 desde una perspectiva que podríamos denominar alternativa, según la cual la elección de la plataforma vendrá después de los programas tecnológicos que ahora comenzarán a desarrollarse. Como paso previo a la adquisición de las plataformas que compondrán la familia de vehículos blindados 8x8, se ha previsto iniciar la ejecución de un conjunto de programas tecnológicos para analizar la viabilidad de las nuevas tecnologías, incorporar las capacidades estratégicas de la industria nacional y alcanzar el grado de madurez necesario para posibilitar su integración en la plataforma VCR 8x8. Este modelo apuesta por el análisis de la viabilidad de las tecnologías más modernas e incorporará a la industria de defensa nacional para alcanzar el grado de madurez necesario que permita integrar estos programas en la plataforma que finalmente se seleccione.
Candidatos: de ocho a uno
En 2009 se contactó con el consorcio formado por las empresas italianas Iveco y Oto Melara, con la alemana Krauss Maffei Wegman (KMW), con la francesa Nexter, asociada a la española GTD, con la finlandesa Patria, la británica BAE Systems, concretamente su división sueca Hagglunds, la filial australiana de Thales, la estadounidense General Purpose Vehicles (GPV) y con General Dynamics Santa Bárbara Sistemas. Aunque demorado durante mucho tiempo, el programa 8x8 daba sus primeros pasos en firme después de que en los presupuestos de Defensa del ejercicio 2015 se incluyera por primera vez financiación para siete proyectos tecnológicos relacionados con este vehículo por un total de 41 millones de euros. Acumulado un retraso considerable en el programa, resultaba lógico actualizar el Request for Information (RFI), puesto que, aun tratándose de algunos modelos ya de sobra conocidos en el sector, los fabricantes han aprovechado estos últimos seis años para actualizar las características de sus vehículos, dotándolos de nuevos sistemas y prestaciones. Estas mejoras se centran en áreas como blindajes, capacidad de carga, sistemas de comunicación y observación, armamento, generación eléctrica o propulsión.
En mayo de este año se reducían las candidaturas, el Ministerio de Defensa se ponía en contacto entonces con cinco empresas de cara a la obtención de información sobre sus posibles candidatos para el programa de vehículo blindado 8x8 del Ejército de Tierra. Lo hacía a través del formato oficial de Request For Information. En ese nuevo lote se incluía el consorcio formado por Iveco y Oto Melara que oferta el Freccia, Nexter con su VBCI, Patria con el AMV, ARTEC (formada por KMW y Rheinmetall) que concurre con el Boxer y General Dynamics Santa Bárbara Sistemas que haría lo propio con el Piraña V. Cinco plataformistas que habrían de suministrar a la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) los datos solicitados antes de este pasado verano.
Entre los candidatos que partían con mayor ventaja estuvo siempre el Piraña V de General Dynamics Santa Bárbara Sistemas, entre otros factores porque la filial española dispone de capacidad productiva con la que se podría acometer su fabricación nacional. Entre las plantas de Sevilla y Trubia ya se están realizando trabajos para otros vehículos blindados como el Scout SV para el programa británico o el propio Piraña V, que ha ganado el concurso danés recientemente. También jugaría a su favor la incorporación de una transmisión de la empresa española SAPA, si bien las demoras sufridas por el programa Pizarro en este sentido no resultaban favorables. El Ministerio de Defensa apostó por una nueva transmisión nacional para estos vehículos que espera poder incorporar también al 8x8, pero que se ha retrasado y no ha dado los resultados esperados, afectando a la segunda fase del programa Pizarro.
Qué se espera del 8x8
El VCR 8x8 es un sistema de combate clave que permitirá dotar a las Brigadas Orgánicas Polivalentes (BOP,s) del Ejército de Tierra de la capacidad de adaptarse rápidamente a cualquier escenario de actuación futuro. Este vehículo de combate debe proporcionar a las unidades la potencia de fuego, movilidad, protección y proyección necesarios para todo tipo de escenarios, ya sea de alta, media o baja intensidad. El VCR 8x8 equipará a los batallones de Infantería de las nuevas Brigadas Orgánicas Polivalentes (BOP) de Ruedas en el corto a medio plazo. A medio y largo plazo se pretende que reemplace a los Blindados Medios sobre Ruedas (BMR) e incluso a un vehículo de cadenas como es el Transporte Oruga Acorazado (TOA o M-113) del Ejército de Tierra. Más tarde los Grupos de Reconocimiento de Caballería lo adoptarán en lugar de los Vehículos de Exploración de Caballería (VEC) y BMR y en los Batallones de Zapadores hará lo propio con los Vehículos de Combate de Zapadores.
Los objetivos actuales del programa 8x8 son básicamente dos: en primer lugar obtener varios prototipos calificados de las diferentes versiones para reducir los riesgos y, por otra parte, impulsar las capacidades tecnológicas de la industria nacional. Estos desarrollos deben ponerse en marcha ya, puesto que los planes del Ministerio de Defensa contemplan disponer dentro de dos año de un prototipo totalmente integrado y cualificado en las distintas versiones. Ello permitiría en tres años iniciar la fabricación del vehículo. Se han determinado ya las versiones: de transporte de personal o de línea, vehículo de exploración de caballería, combate de zapadores, puesto de mando móvil y observador avanzado. Igual sucede con los sistemas de armas (torre tripulada, torre no tripulada y estación de armas, las dos primeras en calibre 25 o 30 mm. y la última en 12,70 mm.).
De las tres áreas que caracterizan un vehículo blindado, la protección, la movilidad y la potencia de fuego, los escenarios recientes han hecho que el factor que más ha evolucionado haya sido el de la protección, con el desarrollo de vehículos especializados como los MRAPs. Sin embargo en el 8x8 del Ejército de Tierra retoman importancia los otros dos factores.