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Viernes, 22 de noviembre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

La Armada se planta en 16 celdas para el sistema de lanzamiento vertical de misiles de las F-110

La nueva fragata F-110 de la Armada se encuentra en la fase final de su concepción previa al inicio de su fabricación, con el objetivo de dar el necesario reemplazo a las veteranas fragatas F-80 clase “Santa María”.

Uno de los aspectos más controvertidos del diseño de estas fragatas es el sistema de lanzamiento vertical de misiles (VLS por sus siglas en inglés) que en el caso de las F-110 se reduce a 16 celdas, en dos filas de 8. En un primer momento, comparado con las 48 celdas con que cuentan las fragatas F-100 clase “Álvaro de Bazán” ya en servicio parece una cantidad reducida.

Sin embargo, como nos confirma la Armada al preguntar por la posible ampliación del número de celdas en la configuración definitiva de las F-110, cualquier duda queda disipada. Y es que “las capacidades de las F-110 responden a los Requisitos de Estado Mayor aprobados por el Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA) y validados por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) en 2014. En base a este documento de requisitos, se determina la solución técnica más viable que cumpla con la necesidad identificada. La solución adoptada para el VLS unida a la selección de los misiles SM-2 y ESSM cubre la necesidad de defensa antiaérea de la futura fragata en los escenarios en los que se prevé será empleada”.

Esto significa que 16 celdas se consideran suficientes para los sistemas de defensa antiaérea elegidos, el SM-2 Standard como elemento de largo alcance y el ESSM Evolved Sea Sparrow Missile Block 1 (como confirmó la propia ministra en 2018) para la defensa a corto alcance. Hay que recordar, como analizamos en 2018, que el VLS permite alojar en cada una de las celdas cuatro misiles ESSM con lo que el número final de estos puede ser considerable.

Sin embargo nada se dice del VLS en lo que se refiere a la capacidad de ataque a tierra. Y es que hay que recordar que según la información oficial de este programa, el “segmento de superficie (ASuW) estará formado por la combinación de sistemas de misiles Su-Su con capacidad potencial Strike de ataque a tierra optimizados para entorno litoral y cumpliendo las necesidades de este segmento recogidas en los Requisitos de Estado Mayor (REM), tanto los imprescindibles como los deseables”.

Esto hace preguntarse si entre los 16 pozos del VLS está contemplado ya el reparto de misiles antiaéreos y de ataque a tierra o si estos últimos no estarán integrados en el sistema de lanzamiento vertical. Independientemente de que se contemplen a medio o largo plazo otras alternativas, de mayor entidad, véase el caso del Tomahawk (que se pueden lanzar desde pozos del tipo Strike del VLS como los elegidos), o más pequeñas y de letalidad contenida, más propias del entorno litoral.

Podría suponerse que se emplee el Harpoon como elemento antibuque y de ataque a tierra, a semejanza de lo que se hará con los nuevos submarinos S-80. En el caso de las F-100, la instalación de los Harpoon se mantuvo en lanzadores cuádruples convencionales y según las últimas configuraciones mostradas de la F-110, se optará por la misma solución técnica, en lo que parecen montajes semi-carenados tras el puente principal. En todo caso, según el fabricante Boeing, el Harpoon Block 2 puede ser lanzado verticalmente. (José Mª Navarro García)

Fotografia: Una de las configuraciones más recientes de la F-110 (autor)

El VLS de 16 celdas tras el cañón de Leonardo (autor)

Uno de los lanzadores de Harpoon parcialmente carenado tras el puente (autor)

Mantenimiento del VLS de 48 celdas de la fragata F-105 "Cristóbal Colón" (Armada)


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