En fechas recientes hemos podido conocer en la Escuela de Submarinos de la Armada en Cartagena el proceso de adiestramiento de las tripulaciones de la actual Flotilla de Submarinos. Esta dispone del veterano S-71 “Galerna” y del avanzado S-81 “Isaac Peral”, pero tiene la ventaja de contar con herramientas de simulación como Navantis, que permite tener totalmente formadas a las tripulaciones cuando llegue su nuevo sumergible.
Cuando la Armada vaya recibiendo los nuevos submarinos de la clase S-80 como el S-82 “Narciso Monturiol”, el S-83 “Cosme García” y el S-84 “Mateo García de los Reyes, sus tripulaciones ya estarán familiarizadas con los detalles más pequeños de cada sistema gracias a Navantis. De hecho hay un programa de rotación para mantener formado y certificado al personal, caso de la tripulación del S-82 que ya está formada y ahora se está adiestrando para mejorar su formación de manera continua.
Simulador de plataforma durante un ejercicio (autor)
Así funciona Navantis
Navantia desarrolló Navantis (por NAVANtia Training Integrated System) en el marco del programa del portahelicópteros LHD para la Royal Australian Navy y desde entonces no ha hecho más que evolucionar esta moderna plataforma. Resultado del trabajo de la División de Sistemas a partir de la tecnología del Sistema Integrado de Control de Plataforma (SICP o IPMS por sus siglas en inglés), permite la formación del personal del buque en diferentes escenarios.
Tuvimos la suerte de poder probarlo en persona en 2018 con motivo de la presencia de Navantia en la feria NAVALIA, entonces configurado para los citados buques australianos aunque posteriormente hemos conocido la versión para las corbetas saudíes instalada en el NTC de San Fernando y ahora la desarrollada para los submarinos S-80.
Navantis es la familia de productos de Navantia Sistemas orientada a la formación en la operación y mantenimiento del Sistema de Combate (incluido Sistema de Control de Fuego), Sistema de Gobierno, Sistemas de Plataforma, Sistema de Comunicaciones, así como la familiarización con el buque.
El simulador de plataforma cuenta con movimiento tridimensional (autor)
Ofrece a la dotación un adiestramiento integrado en un entorno simulado antes de su embarque en la plataforma real. De la misma manera, puede ayudar a la dotación a familiarizarse con la plataforma usando modelos detallados del buque en 3D, los cuales son extraídos de los diseños del propio astillero.
Una ventaja es que se base en el software real, lo que proporciona un adiestramiento realista al que se le puede añadir sistemas de terceros mediante su emulación. Permite entre otras capacidades, el adiestramiento de cada integrante de la dotación, de dotaciones completas de manera simultánea y en un entorno multi-plataforma dentro de un escenario común, lo cual habilita la formación en operaciones conjuntas de varios buques.
El teniente de navío Francisco Javier Barrios nos explica cómo se usan las gafas de realidad virtual (autor)
Navantis en la Escuela de Submarinos
Como pudimos ver en la Escuela de Submarinos, Navantis incluye equipamiento y software que simula lo instalado a bordo, utiliza las últimas tecnologías en virtualización de entornos 3D y aplica tecnologías de realidad virtual y realidad aumentada (RV/RA) para incrementar el nivel de inmersión del usuario.
En las instalaciones de la Armada pudimos conocer la evolución de los sistemas de simulación con que cuenta la Armada para instruir a las tripulaciones. Aunque hay aún en servicio equipos y simuladores diseñados para los veteranos S-70 (con cuatro décadas en servicio), siguen siendo empleados para familiarizar a las tripulaciones con los sistemas básicos de los sumergibles, antes de conocer las herramientas más avanzadas.
En el caso de Navantis pudimos ver como los tripulantes, tanto individualmente como conectados, eran sometidos a diferentes escenarios, inmersos en presentaciones tridimensionales del interior de los buques que incluyen no solo hasta el último detalle, sino la funcionalidad de cada elemento, permitiendo recrear situaciones a bordo que facilitan los automatismos en el buque, como identificar válvulas o actuar ante incendios, como pudimos comprobar en vivo.
En este ejemplo, se recreó un incendio en una dependencia, estudiándose la respuesta de cada uno de los tripulantes que debían actuar ante la emergencia. Estos son representados mediante avatares, controlados mediante mandos como los de las consolas de videojuegos (con las que las nuevas generaciones están muy familiarizadas).
La sala del simulador Navantis en la Escuela de Submarinos (autor)
En una sala anexa pudimos ver incluso el uso de gafas de realidad virtual para comprobar de primera mano el desempeño de los marinos. Como nos explicaba el teniente de navío Francisco Javier Barrios, “el límite está en la imaginación”, ya que se pueden introducir efectos como la luz, ruidos o el movimiento para incrementar el realismo.
Como nos explicaron Cristina Abad, directora general de Navantia Sistemas y Juan Luis Muñoz, responsable de Navantis, la Armada quería para el S-80 un sistema de adiestramiento excepcional. Uno que formara a las tripulaciones en las modernas tecnologías y capacidades con las que los S-80 cuentan y que en el caso concreto del S-18 “Isaac Peral”, permitiera el adiestramiento completo antes de salir a navegar por primera vez con él en las pruebas de mar. El contrato del S-80 con Navantia incluía inicialmente dos simuladores como eran el de plataforma y el táctico y luego se incorporó el Navantis.
En este proceso, el personal de Navantia Sistemas ha contado con la retroalimentación de la Armada, lo que he permitido generar entornos simulados con un nivel de realismo muy alto y al mismo tiempo, afinar aspectos finales de los propios submarinos. Como nos confirma Cristina Abad, ahora mismo todos los países que se han interesado por el S-80 también quieren el sistema de simulación.
Otro ejemplo en el que pudimos comprobar el funcionamiento de los simuladores fue cuando asistimos a un ejercicio en el simulador de plataforma. En este caso se simuló la presencia de una vía de agua no obturable a una determinada profundidad, recreándose en el simulador el movimiento real del buque durante la maniobra. Las personas que participaban en el ejercicio (timonel, operador de seguridad en inmersión u OSI, operador de propulsión y baterías u OPB y oficial de guardia) actuaron conforme a lo esperado, inyectando aire a presión mediante válvulas manuales de soplado de emergencia para recuperar la flotabilidad. Afortunadamente era una simulación, pero el desarrollo de automatismos permite, casi sin tener que dar órdenes, a cada uno de los integrantes de la tripulación, actuar según los protocolos en el mínimo tiempo. (José Mª Navarro García)