Ante la inminente baja de los Lockheed Martin C-130 del Ejército del Aire español, una de las unidades del ET (Ejército de Tierra) que más lo ha utilizado, la Brigada “Almogávares” VI de Paracaidista (BRIPAC), se ha despedido oficialmente de esta aeronave. En la Base Aérea de Torrejón (Madrid), la mañana del 29 de diciembre tenía lugar el último embarque del personal de la BRIPAC en un C-130 del Ejército del Aire. Mientras se preparaban para el salto, el Lockheed Martin KC-130H Hércules aterrizaba en la base procedente de Zaragoza, sede del Ala 31, donde está encuadrado.
El aparato presente, uno de los cinco con capacidad de reabastecer en el aire a otros aviones por lo que añade a su designación la K de Tanker, era el matriculado como TK.10-12 31-54, uno de los transferidos a la Fuerza Aérea de Perú próximamente, tras su venta al país latinoamericano.
Tras un briefing conjunto entre la tripulación y paracaidistas, una primera tanda de personal de la BRIPAC, encabezado por su responsable, el general de Brigada Luis Sáenz Rocandio, subía al veterano aparato. A bordo sólo volaron 23 miembros de la Brigada, dado que se limitó la capacidad del KC-130H para mantener los protocolos de la COVID-19, pero la mala meteorología, sobre todo el fuerte viento, obligó a suspender el lanzamiento en la zona de salto en Santorcaz (Madrid).
Antes de embarcar en el Hércules, el general Sáez Rocandio, nos comentó : “Hoy despedimos al T.10 o Hércules, nuestro avión táctico y por excelencia de los paracaidistas y de la BRIPAC, de la mejor forma posible mediante un lanzamiento. Durante décadas ha sido el avión ideal por capacidad por autonomía y por sus condiciones para infiltrarnos/insertarnos en operaciones paracaidistas”
También pudimos hablar con el comandante de la aeronave, el capitán del Ejército de Aire Luna: “Estos últimos vuelos a los mando del Hércules me crean sentimientos encontrados, por un lado es muy importante la renovación del material (en referencia al A400M), pero por otro lado siento dejar de volar este magnífico avión, que llevo 16 años pilotando”. (Julio Maíz Sanz)
Fotografía de familia en la plataforma de la base aérea de Torrejón, con personal de la BRIPAC y la tripulación del KC-130H del Ala 31. (foto Rubén Galindo)