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El cañón políticamente correcto instalado en Boadilla del Monte

El cañón antiaéreo norteamericano 90/50 mm M1 instalado en Boadilla del Monte. (foto Julio Maíz Gutiérrez)
El cañón antiaéreo norteamericano 90/50 mm M1 instalado en Boadilla del Monte. (foto Julio Maíz Gutiérrez)

El madrileño Ayuntamiento de Boadilla del Monte acaba de instalar un antiguo cañón antiaéreo del Ejército de Tierra  en una glorieta del municipio, que, muy posiblemente para evitar polémicas en aras de lo “políticamente correcto”, es del modelo norteamericano de calibre 90/50 mm M1.

Esta mucho menos conocida pieza 90/50 mm M1, que fue construida en 1943 en Estados Unidos, tras ser cedida en depósito por el Instituto de Historia y Cultura Militar (IHCM) del Ejército de Tierra , fue trasladada a Boadilla desde Zaragoza, donde estaba depositado en instalaciones de la Agrupación de Apoyo Logístico n.º 41 (AALOG 41). Una vez en la localidad madrileña fue instalado en una rotonda con apoyo del personal de la Agrupación de Apoyo Logístico nº 11 (AALOG 11), una Unidad del con base en Colmenar Viejo (Madrid).

En principio estaba programada la instalación de un cañón FT-44, que es la versión española del mítico antiaéreo alemán Acht-acht («ocho-ocho») diseñado por ingenieros alemanes en los años veinte del siglo XX en Suecia, y que ya en 1933 entró en producción en Alemania, siendo la primera versión Flugzeugabwehrkanone (Flack) 18.

El “Mirage” F-1 expuesto en la plaza de la Constitución Española del municipio madrileño. (foto Julio Maíz Gutiérrez)

Sin embargo, al FT-44 le colocaron la etiqueta de arma nazi, dado que hablamos de un diseño alemán, aunque sea previó a la llegada de Hitler al poder en 1933, y a que la Legión Condor utilizó el modelo previo, Flack 18, durante la Guerra Civil española. En todo caso, los aproximadamente 200 cañones FT-44 que utilizó el Ejército de Tierra fueron construidos en España, en Trubia (Asturias), sobre la base del posterior modelo Flack 37, cuyo diseño modificó y mejoró.

Este caso cuenta con un precedente de 2013, cuando el Ayuntamiento de Madrid, por entonces gobernado por Ana Botella instaló un cañón FT-44, también cedido por el IHCM, en una rotonda del distrito de Fuencarral-El Pardo, pasando en principio muy desapercibido. Cuatro años después, el nuevo equipo municipal, dirigido por Manuela Carmena, decidió y tramitó la rápida retirada del cañón antiaéreo argumentando su vínculo nazi.

Todo ello habría hecho, posiblemente, decidir que era menos polémico instalar el cañón M1, que utilizó profusamente Estados Unidos y sus Aliados durante la Segunda Guerra Mundial (SGM). La llegada de estas piezas a las filas del Ejército de Tierra  (por entonces Ministerio del Ejército) se remonta a la segunda parte de la década de los años cincuenta del pasado siglo, cuándo, tras la firma en 1953 de los Pactos de Madrid entre los Gobiernos del general Franco y el presidente norteamericano Eisenhower, se suministró a España un importante paquete de ayuda, incluido moderno material de defensa.

El triplete de homenaje a las FAS españolas se completa con un ancla del navío de la Armada “Hernán Cortes”. (foto Julio Maíz Gutiérrez)

Así, en una imagen del interesante Flickr del ET, se puede ver un M1 siendo puesto en posición por parte del personal asignado al desaparecido (en 2015) Regimiento de Artillería Antiaérea nº 72 (RAAA 72).

Lo importante es que gracias a la iniciativa del Ayuntamiento de Boadilla del Monte podamos ver, tras el verano cuando se inaugure oficialmente, este histórico cañón en una rotonda donde confluyen la avenida Víctimas del Terrorismo y la calle Cristóbal Colón, justo al lado del parque Miguel Ángel Blanco. Este material del Ejército de Tierra se sitúa a continuación de la glorieta de la Constitución Española, donde se encuentra expuesto en un pedestal, o pinchado como se dice en el argot de los aficionados a la aviación, un avión de combate Dassault Mirage F1, que anteriormente sirvió en el Ala 14 del Ejército del Aire (ahora del Ejército del Aire y del Espacio), y que se instaló en 2021.

Antes, el Municipio, en su afán de homenajear a la totalidad de las Fuerza Armadas españolas, instaló en 2019 en otra rotonda un ancla del navío anfibio “Hernán Cortes”, con lo que en la localidad madrileña se pueden observar piezas de los dos Ejércitos y la Armada. (Julio Maíz)


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