El pasado 21 de abril la base aérea de Morón (Sevilla) era escenario de la baja del penúltimo Lockheed P-3M Orión del Ejército del Aire, mientras que ya se ha puesto en marcha la cuenta atrás para la baja del último, a final de este año, con lo que la Institución perderá su capacidad de lucha antisubmarina.
España ha contado con capacidad antisubmarina o Anti Submarine Warfare (ASW) desde 1963, cuando el 601 Escuadrón de Cooperación Aeronaval del Ejército del Aire recibió los primeros aviones con este rol, los Grumman HU-16B Albatross, que a partir de 1973 se empezaron a sustituir por los Orión de su primera versión: la P-3A.
El sistema ha sido fundamental para las operaciones de las Fuerzas Armadas españolas, tanto a nivel nacional como en despliegues, fue el caso de las operaciones asociadas a la guerra de la ex Yugoslavia, y ya en el siglo XXI de las operaciones contra la piratería somalí, en la que los P-3 han operado por periodos desde 2002 desde la base aérea de Yibuti en favor de la misión de la EU en la Operación Atalanta.
Ahora, tras la baja del penúltimo, el matriculado P.3M-08 22-31, el último superviviente, el P-3M-12 22-35 destinado actualmente en Yibuti, volverá a España a final de año y se le dará baja, perdiéndose definitivamente la capacidad antisubmarina que se ha mantenido casi 60 años. Un perdida para el Ejército del Aire que exige solución rápida en un país que tiene miles de kilómetros de costa y dos archipiélagos.
La sustitución planteada vendría de una versión ASW del C295, con unas capacidades de alcance mucho menor que las del P-3M, y su sucesor natural, el P-8, no está todavía ni encargado a la multinacional, por lo que España estará muchos años sin capacidad antisubmarina de ala fija.
El penúltimo de los P-3M Orión, modernizado en octubre de 2012, ha estado en servicio 35 años en los que ha realizado 24.000 horas de vuelo, más de la mitad fuera de las fronteras de España.
En su vuelo de despedida el avión antisubmarino realizó sobrevuelos fotográficos en distintos lugares de la geografía andaluza, como la antigua base aérea de la Parra en Jerez (Cádiz), su antiguo hogar, la localidad cordobesa de Dos Torres, hermanada con la base aérea de Morón, y sobre la propia base aérea sevillana. Este último vuelo comandado por el teniente coronel Gil Lavado contó con unos tripulantes de honor: los coroneles Triguero y Alonso, antiguos jefes del Grupo 22, y el suboficial mayor Rengel.
Tras su último aterrizaje, el veterano avión fue recibido por el tradicional arco de agua en la calle de rodaje, antes de entrar en la plataforma de aparcamiento.
De todas las horas de vuelo del P.3M-08 podemos destacar las realizadas en misiones como Sharp Guard en el Adriático, Libertad Duradera en el cuerno de África, Active Endeavour, Sea Guardian, EUNAVFOR MED “Sophia”, Noble Centinela y Centinela Índico. Además de la referida operación Atalanta, en la cual todavía participará el Ala 11, hasta final de año. (Julio Maíz Sanz)
Fotografía: Arco de agua de despedida al P.3M-08 en Morón. (foto Ejército del Aire)