Dentro de las actuaciones en curso para mantener las capacidades del Ejército del Aire español se incluyen algunas que impulsan el Sistema de Vigilancia y Control Aeroespacial (SVICA), que, con unos mil setecientos efectivos repartidos entre veintitrés unidades, se encarga de la detección de amenazas aéreas y de la gestión de la batalla para combatirlas, de forma que siga siendo efectivo hasta el año 2035 o incluso más allá.
Entre las actuaciones que ya se han definido se incluyen la modernización de los centros de control y la adquisición de nuevos radares. Como punto significativo de la primera se incluye una previsión que implica invertir cerca de 60 millones de euros en mejorar y actualizar los tres grupos de Mando y Control existentes. Desde 2022 y con un plazo de duración de unos 36 meses se van a realizar actuaciones, valoradas en unos 27 millones de euros, en el Grupo Norte de Mando y Controlque ocupa unas instalaciones bunkerizadas en la Base Aérea de Zaragoza.
Complementariamente, se van a invertir 13,3 millones en el Grupo de Alerta y Control de la Base Aérea de Gando; para después de 2023 se dejan las actuaciones en el Grupo Centro de Mando y Control de la Base Aérea de Torrejón, proceso que requerirá un gasto de 2 millones para mantenerlo operativo hasta que se inicie su transformación que está presupuestada en 15,1 millones adicionales.
Sobre 2025 está previsto se completen esos trabajos y que los tres centros estén totalmente operativos. Para esa misma fecha debería haberse completado el programa re reemplazo de los cuatro radares tridimensionales Alenia RAT31 SL/T instalados en otras tantas Estaciones de Vigilancia Aérea (EVAs), previéndose invertir en el proceso 120 millones de euros que contemplan la adquisición de cinco unidades del radar Indra Lanza LRR (Long Range Radar) de las que una irá a parar al Centro Logístico de Transmisiones (CLOTRA) en el ACAR de Getafe.
Indra también se va a encargar de otras actuaciones. Una es la relativa al radar tridimensional desplegable LTR-25 (Long Range Tactical) -alcance estimado de 240 millas náuticas- destinado al Grupo Móvil de Control Aéreo (GRUPOCA) que podría recibirse, tras invertir 14 millones de euros, en noviembre de 2021. Aunque es un proyecto que ya acumula muchos retrasos desde la previsión inicial de obtención, podría ser un buen sistema para apoyar a los ubicados en instalaciones fijas, por lo cual no se descartaría la incorporación de alguna unidad más. Lo que sí está ya definido es la modernización de 10 radares Lanza 3D, 9 en distintos EVAs y 1 en el CLOTRA, que contempla mejoras como la implantación del interrogador amigo-enemigo IFF modo 5/S y aquellas técnicas que permitirán su empleo contra objetivos furtivos o para el seguimiento de misiles balísticos. La previsión, que contempla invertir 16,6 millones, es acabar con el primero en mayo de 2022 y con el último un año después.
Así mismo, el EA barajaría introducir en el SVICA elementos complementarios que incluirían radares LTR-25 adicionales que serían menos vulnerables que los EVAs fijos y de ubicación conocida, equipos de enlaces de datos tácticos basados en el protocolo Link 16 o sensores ópticos IRST (Infrarred Search and Track) de largo alcance que tendrían un potencial de vigilancia en un espacio de unos doscientos kilómetros de diámetro.
Octavio Díez Cámara
Fotografía: Los radares de los trece EVAs del Ejército del Aire van a ser convenientemente modernizados para mantenerlos operativos hasta 2035 o más allá.(Octavio Díez Cámara)
El EA recibirá a finales de año el LTR-25, sistema tridimensional móvil similar a éste de Indra operado por la Fuerza Aérea uruguaya. (Octavio Díez Cámara)
Las inversiones del EA en el sistema SVICA son importantes y se van a ejecutar en los próximos cinco años. (Octavio Díez Cámara)