La Guardia Civil española ha tenido una especial relevancia en una acción naval que se ha desarrollado recientemente y ha permitido interceptar un novedoso narcosubmarino que transportaba 6.600 kilogramos de cocaína.
La acción, realizada en el marco de la Operación Nautilus, ha sido relevante para evitar que el navío llegase a su destino en la Península Ibérica. La Guardia Civil ha aportado información y ha colaborado con la Marinha y la Fuerza Aérea de Portugal para localizar y capturar el narcosubmarino. Se ha procedido a la detención de los cinco tripulantes, uno de nacionalidad española.
En el marco del dispositivo preparado al efecto de la interceptación, se le localizó en un punto del Océano Atlántico situado a unas 500 millas al sur de las Islas Azores y a 680 del suroeste de las Islas Canarias. Se preparó su abordaje en lo que es la primera acción en la que un semisumergible ha sido interceptado en mar abierto.
La información de la Guardia Civil fue compartida a través del Centro de Análisis y Operaciones Marítimas (MAOC-N) con las autoridades de Portugal y también con la National Crime Agency (NCA) y la Drug Enfocement Administration (DEA). Se había detectado al narcosubmarino en Brasil y se compró que partía de sus costas con una carga de cocaína que, según las informaciones, tenía destino a la Península Ibérica. Los traficantes habían pensado derivar la droga, cuando estuviesen cerca de la costa, a embarcaciones de alta velocidad que la llevarían a tierra.
Tras la detención, tanto el narcosubmarino como la droga y los detenidos han sido trasladados a la Isla de San Miguel en las Azores. Importante es señalar que la Guardia Civil ha creado recientemente en el Grupo Central Antidrogas de la Unidad Central Operativa (UCO) el equipo de Inteligencia Marítima con el objetivo de recopilar aquellas informaciones de interés sobre las organizaciones criminales que utilizan embarcaciones para la introducción de cocaína en España.
Desde la Guardia Civil informan que el movimiento transatlántico de semisumergibles es cada vez más frecuente, con varios casos en los últimos años. Este tipo de embarcaciones son difíciles de detectar y suelen transportar una elevada cantidad de cocaína.
A su vez, los tripulantes pueden hundirlas con facilidad si se ven sorprendidos, lo que hace más difícil la recuperación de la droga como prueba de la comisión del delito. Estos narcosubmarinos son un medio de transporte caracterizado por su gran capacidad de carga, autonomía para navegar grandes distancias y facilidad para ocultarse en el mar. (Octavio Díez Cámara)
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