La compañía española Escribano Mechanical & Engineering ha sido seleccionada recientemente por la Armada española para suministrar 34 torres de empleo remoto y 8 preinstalaciones adicionales para buques por 9 millones de euros. Supone un importante éxito desde que la compañía apostó por las torres de armamento como producto de alto valor añadido.
Según analizamos en febrero, los buques que dispondrán de estos medios son las fragatas F-100 “Álvaro de Bazán”, el LHD “Juan Carlos I”, los patrulleros de la clase “Serviola”, los Buques de Aprovisionamiento de Combate, los LPD de la clase “Galicia” y dos de las fragatas clase “Santa María”, dotándose de preinstalaciones las otras cuatro. Además se prevé que este mismo sistema dote las nuevas cinco fragatas F-110 de la Armada que contarán cada una con cuatro estaciones.
La Guardian 2.0 Naval
Entre sus características destacan una línea de mira independiente de la línea de fuego, un diseño modular orientado al mantenimiento y la posibilidad de usar bloques de sensores para corta o media distancia. La Guardian 2.0 Naval podrá emplear ametralladoras medias y pesadas así como lanzagranadas de 40 mm. Se pueden intercambiar fácilmente y sin herramientas las armas, dispone de movimiento de 360 grados en orientación y de -20 a +60 en elevación, estabilización en ambos ejes y protección de nivel 2.
Destaca por la facilidad para intercambiar módulos, lo que repercute en el mantenimiento, su comunalidad con la versión terrestre y la inclusión igual que esta del simulador embebido integrado en el Sistema de Adestramiento del Sistema de Combate del buque. El bloque sensor cuenta con cámara diurna, una infrarroja y un telémetro láser lo que permite su empleo de día y de noche. Cuenta con video tracker automático para mantener el arma apuntando automáticamente.
A semejanza del resto de torres de Escribano, el diseño, fabricación y pruebas se realizan íntegramente en sus instalaciones, sin prácticamente participación de terceros, lo que redunda en los cortos plazos de entrega y mantenimiento. De hecho la compañía ofrece un pull de repuestos propio que permitiría a la Armada reducir el suyo al comprometerse el fabricante a entregar las piezas en menos de 24 horas en territorio peninsular, 48 en todo el territorio nacional y en cualquier parte del mundo usando el operador logístico de la Armada.
La Guardian 2.0 Naval se basa en la experiencia de la torre terrestre Guardian 2.0 que está siendo evaluada por el Ejército de Tierra en el programa Vehículo de Combate de Ruedas (VCR) 8x8 “Dragón” pero adaptada a las especificaciones del entorno naval (protección exterior y de los conectores eléctricos principalmente). Recordemos que la torre terrestre Guardian 2.0 fue la primera de las torres entregadas a la Unión Temporal de Empresas (UTE) para su integración en el 8x8. Actualmente está instalada en el Demostrador 3 (D3) y ha sido también integrada en plataformas terrestres como el VAMTAC en servicio en el Ejército de Tierra, incluyendo el vehículo no tripulado “Remote Drive” basado en este. Se trata de un sistema que además será modificado para su empleo contra UAVs en el marco de un programa de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM).
Estos desarrollos y la elección reciente por parte de la Armada colocan en buen lugar a la empresa de cara a la adquisición por parte de la Armada de unas estaciones de armamento remoto de mayor calibre para las futuras fragatas F-110, posiblemente de 20 o 30 mm.
Las torres navales y el resto de sistemas de armas de este fabricante español han sido analizados en el artículo “los sistemas de armas de Escribano Mechanical & Engineering” incluido en el número 493 de la revista Defensa, correspondiente al mes de mayo. (José Mª Navarro García)
Fotografía: Guardian 2.0 naval (EM&E)
·Torre Guardian 2.0 con blindaje y lanzafumígenos sobre VAMTAC (EM&E)