El 3 de diciembre, el Ala 35 alcanzaba las 75.000 horas de vuelo con el avión C295M (T-21 en la terminología del Ejército del Aire). Fue en la aeronave T.21-13 bajo el indicativo AME 3535, que el Ala 35 mantiene operando en el Destacamento Aerotáctico Marfil, dentro del marco de la operación de Apoyo a Mali (A/M) en Dakar (Senegal).
Este hito ha sido logrado por la tripulación formada por los pilotos comandante Casillas, teniente Gordon y teniente Ortega, los mecánicos/supervisores subteniente Bello y brigada. Esteban, y el equipo de protección (AMPT) integrado por el sargento primero Sosa, el soldado Cruz y la soldado Lasheras. Se trató de una misión de aerotransporte de casi 6 horas de vuelo entre Cotonou (Benín) y Dakar para apoyar a las fuerzas francesas en la Operación Barkhane de lucha contra el terrorismo en el Sahel.
El Ala 35, que fue creada el 1 de julio de 1955 en la base aérea de Getafe como unidad específica de transporte, constituye desde entonces una de las unidades más emblemáticas y con mayor tradición del Ejército del Aire, y ha acumulado a lo largo de su historia un total de 458 750 horas con los vuelos llevadas a cabo por las distintas aeronaves que han pasado por la unidad: Junkers 52, DC-3, DC-4, CASA 207 ‘Azor’, CASA 212 ‘Aviocar’, DH-9 ‘Caribou” y CASA CN-235.
El año 2002 marcó la entrada en servicio del T-21 (denominación militar del CASA C-295M) en la base aérea de Getafe. Lo que supuso una mejora sensible de las características de robustez, versatilidad y sencillez de mantenimiento con respecto a modelos anteriores. El T-21 está dotado con capacidades hasta entonces inéditas en un avión de transporte del Ejército del Aire, como son el reabastecimiento en vuelo, las medidas de protección contra misiles, las comunicaciones seguras, las medidas de protección física (blindaje) o la capacidad de operación táctica nocturna con escasa luminosidad mediante el uso de sistemas de Gafas de visión Nocturna (NVG).
Las misiones del T-21 son las de transporte aéreo logístico, y transporte aéreo táctico, lo que incluye lanzamientos paracaidistas y de cargas, infiltración y exfiltración de grupos de asalto hacia o desde campos no preparados, operación con equipos de visión nocturna y reabastecimiento en vuelo, entre otras.
Un hito tan importante como es alcanzar las 75 000 horas de vuelo es una muestra más del buen hacer y profesionalidad de los hombres y mujeres, tanto militares como civiles, que forman parte del Ala 35 y de la base de Getafe. Personas que con su entrega diaria, dedicación y capacidad de sacrificio contribuyen al buen nombre de la unidad y del Ejército del Aire.
Texto y fotografía del Ejército del Aire español.