El presidente de Navantia, Esteban García Vilasánchez, asistía el pasado viernes a la puesta a flote del tercer destructor australiano AWD (Anti Warfare Destroyer), bautizado como “Sydney” (42), un diseño de la naval española. La ceremonia, que tuvo lugar en Adelaide (Australia), casi coincide con la inminente decisión de cuál será el proyecto ganador para dotar de nuevas fragatas a la RAN (Royal Australian Navy). El ministro de Industria de la Defensa australiano, Christopher Pyne, junto a altos cargos de su departamento y de la RAN, presidió la ceremonia, que ha sido la antesala de la inminente reunión del Comité de Seguridad Nacional del Consejo de Ministros de Australia que adjudicará del programa SEA 5000, que prevé la construcción de nueve fragatas para la Marina australiana, en el que son finalistas, además de Navantia, la italiana Fincantieri y la británica BAE Systems.
Este programa, del que ya hemos hablado en defensa.com, que contempla que los navíos se fabricarán íntegramente en Australia, es uno de los más importantes a los que ha aspirado Navantia. El destructor “Sidney”, junto a los otros que componen la serie, el “Hobart (39) y el “Brisbane” (41), son un diseñó de Navantia, que ha participado además muy activamente en su construcción, que se ha realizado en las instalaciones de la empresa ASC (Australian Submarine Corporation) en Adelaide. La oferta presentada por Navantia para el Programa SEA 5000, está basada en este navío, descendiente directo a su vez de las punteras fragatas de la Armada española F-100, y su desarrolló F-105. (Julio Maíz Sanz)
Fotografía: El nuevo destructor “Sydney” ya puesto a flote.