Tras la adhesión del Ministerio de Defensa de España al programa de la futura corbeta europea o European Patrol Corvette (EPC), Navantia ha comenzado las actividades asociadas a este proyecto que forma parte de la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO) de la Unión Europea.
Junto a la francesa Naval Group y la italiana Fincantieri, Navantia está ya trabajando en las primeras fases de definición de este proyecto que dotará a las marinas de Francia, Italia, Grecia y España de un navío de combate ligero. European Patrol Corvette es el primer gran proyecto en que colaboran tres de los principales diseñadores de buques militares de Europa, y en todo un reto para la PESCO, en la que España se integró en noviembre de 2017, cuando estaba al frente del Ministerio de Defensa María Dolores de Cospedal.
El EPC tiene el objetivo de diseñar una plataforma común y multimisión que pueda ser utilizada por las marinas de los países participantes u otras ajenas a los países que forman parte del programa, abriendo un importante número de oportunidades de exportación en el mercado internacional. La nueva EPC será un navío de escolta de unas 3.000/3.100 toneladas de desplazamiento, unos 110 metros de eslora y 5 de calado, totalmente modular, un diseño altamente demandado tanto en marinas de primer orden como de menor presupuesto para el uso en el control de sus aguas costeras.
El primer objetivo del nuevo diseño es responder a las necesidades de la Marine Nationale francesa, la Marina Militare (MM) italiana, y la Armada española, lo que implica también una estrecha colaboración entre las tres instituciones navales. Con la participación de los tres Ministerios de Defensa, el proyecto EPC cumpliría en el futuro con los requisitos para acceder a la importantísimo Fondo de Defensa Europeo, lo que permitiría consolidar el proyecto.
El proyecto EPC no abarca únicamente el desarrollo de un buque. Pensado como un sistema de sistemas, conlleva la implementación de nuevas tecnologías, armamento, sistemas y equipos, lo que abrirá una importante vía de trabajo a múltiples empresas del sector. Sobre la base del EPC se detectarán futuras necesidades para plataformas navales, abriendo la puerta a nuevos desarrollos aplicables a otros programas navales europeos.
La capacidad de la naval española en el futuro proyecto no se ceñirá únicamente a su capacidad como astillero diseñador, Navantia aportará su gran experiencia (fragatas F-100/105, BAM, logísticos, etc) como integrador de sistemas de combate y armas al proyecto. Igualmente, actuará como plataforma tractora para que la industria nacional pueda participar en fases posteriores del proyecto. La participación de Navantia en el programa EPC representa un importante paso para España y Navantia en el camino de la colaboración europea en el sector naval de la Defensa. (Julio Maíz Sanz).
Fotografía: Diseño digital de cómo será la nueva corbeta EPC.