Las lecciones aprendidas de conflictos como el de Ucrania y las experimentaciones propias en torno a la definición de conceptos de la Brigada 2035 del Ejército de Tierra han dejado claras una serie de lecciones aprendidas en las que hay cambios sustanciales en lo que es la aplicación de los fuegos de apoyo que son del todo necesarios para neutralizar al adversario.
Desde el Ejército de Tierra están tomando en consideración algunas transformaciones basadas en el empleo del material que se tiene en uso. Ya se organizaron Grupos de Artillería con piezas de diferente calibres e incluso con remolcadas y autopropulsadas, un primer paso al que van a seguir, seguramente, otros.
De un lado, se propugna, y así lo hemos podido ver en algunos ejercicios en los que participaban tropas de Infantería Ligera, que ahora se recurre al uso de material artillero remolcado del tipo Light Gun de 105/30-37mm organizado en escalones de fuego coordinados por un FDO (Fire Direction Officer) y estructurados sobre la base de un par de piezas.
El Ejército de Tierra emplea portamorteros de 120mm en plataformas M113 que deberían evolucionar hacia un concepto más compacto y discreto de mortero embarcado pesado. (Octavio Díez Cámara)
Se consigue así capacidades especialmente flexibles en lo que es la generación de fuegos de apoyo precisos y contundentes, muy móviles y especialmente discretos, siendo más difícil de localizar el material y de neutralizar por el adversario; además, al disgregar las baterías se obtiene un rédito superior en determinadas acciones y cometidos tácticos.
Esa disposición de asignar a las unidades de Infantería material de Artillería que las refuerce tendría mucho sentido al aplicar un segundo paso. Como complemento de los morteros embarcados EIMOS con piezas medias de 81mm que el Ejército de Tierra ya está comenzando a distribuir por diferentes unidades al haberse firmado un importante contrato respecto de su adquisición sería, a mi entender, el momento de ser más audaz y apostar también por el mortero embarcado pesado de 120mm.
En España se ha diseñado el sistema de fuegos de apoyo basado en el mortero embarcado Alakran de NTGS, del que casi medio millar de piezas se han vendido a numerosos países y han demostrado su efectividad y rentabilidad si tenemos en cuenta su bajo coste de adquisición y operación. El material embarcado en un vehículo ligero, que podría ser también en VAMTAC ST5 ya en uso, ofrece un alcance efectivo de casi 10 kilómetros y dispara proyectiles de 120mm con unos efectos explosivos similares a los de 105mm de la Artillería Remolcada. Este material se podría convertir en la Artillería de la Infantería.
Se ha experimentado agregar algunas piezas de Artillería a ejercicios de Infantería, lo que ha demostrado que tener capacidad de fuegos precisos mejora el potencial de combate propio. (Octavio Díez Cámara)
Ahora en algunas unidades del Ejército de Tierra se usan los blindados oruga M113 con pieza de 120mm, material bueno pero ya con muchos años. El mortero embarcado Alakran ofrece contundencia de fuego, rápida disponibilidad al ser un material español y aporta precisión neutralizadora en sus acciones e impactos.
Organizar, dentro de las compañías de armas de apoyo de los batallones secciones de morteros pesados embarcados sería especialmente rentable, más aún si se las dota con seis piezas -el modelo clásico serían cuatro- de forma que, como ya plantean en países de nuestro entorno próximo, en los despliegues puedan trabajar por binomios en fuegos de apoyo desde diferentes asentamientos con el propósito de moverse e un emplazamiento a otro con rapidez y de hacer que sus fuegos sean más precisos, efectivos, diligentes y disruptores en entornos como el del combate convencional que se atisban cada vez más próximos. (Octavio Díez Cámara)
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