La flotilla hidrográfica de la Armada española tiene una edad media que supera los 40 años y aunque los equipos son más modernos, las plataformas están obsoletas. Dado que la Armada tiene la competencia legal para actualizar la cartografía náutica en las aguas y costas españolas se trata de una renovación vital para seguridad de la navegación.
Por ello una de las principales urgencias de la Armada española es la pronta renovación de los buques hidrográficos, buques que desempeñan misiones no estrictamente militares, por lo que la financiación de su adquisición podría proceder de otras partidas más allá de las del Ministerio de Defensa. Es el caso por ejemplo de Italia, que ha accedido a fondos europeos para la adquisición de tres de estos navíos, alternativa que está estudiando el Ministerio de Defensa español.
Es una necesidad que queda a menudo difuminada por las grandes cifras de los principales programas militares, pero que ha vuelto a poner sobre la mesa el Almirante Jefe de Estado Mayor (AJEMA) almirante general Teodoro López Calderón, en la Meridiana con los medios, donde alertó de nuevo de las capacidades que ha perdido la Armada por las sucesivas crisis y las necesidades que hay que cubrir con urgencia.
La Flotilla Hidrográfica de la Armada está bajo el mando del Comandante-Director del Instituto Hidrográfico de la Marina, encuadrado en la Fuerza de Acción marítima de la Flota. Su misión principal es efectuar la adquisición de datos, principalmente batimétricos para la elaboración de la Cartografía Náutica Oficial de España.
Esta se elabora mediante diferentes técnicas como levantamientos hidrográficos, exploraciones del relieve submarino, actualización de derroteros, libros de faros, de ayudas radioeléctricas, instalación de reglas de Marea o Mareógrafos para el cálculo del Cero Hidrográfico, la toma de fotografías de costa o la comprobación de marcas de corrida de la milla. Colaboran habitualmente con otros organismos del Estado como Salvamento Marítimo o Puertos del Estado.
La Flotilla Hidrográfica cuenta con tres veteranísimos buques como son el “Malaspina” (A-31) y el “Tofiño” (A-32), ambos de la misma clase y construidos por la Empresa Nacional Bazán (hoy Navantia) en La Carraca y San Fernando respectivamente y entregados a la Armada en 1975. Un año antes había entrado en servicio el “Antares” (A-23), tercer buque de la clase “Castor” diseñado y construido en San Fernando.
A estos buques se suman las Lanchas Hidrográficas Transportables (LHT) “Astrolabio” (A-91) y “Escandallo” (A-92) que entraron en servicio en 2001 y 2004, construidas en los astilleros vigueses de Rodman Polyships. Su principal misión es la realización de levantamientos hidrográficos con recubrimiento total el fondo marino en puertos, canales de acceso y fondeaderos. En 2016 entró en servicio la más moderna “Sondaleza” (A-93). (José Mª Navarro García)
Fotografía: El buque hidrográfico Tofiño (Armada española)
Buque hidrográfico Malaspina en San Sebastián (Armada española)
El veterano buque hidrográfico Antares (Armada española)