Medios para operar en la Antártida Argentina
Revista Defensa nº469, mayo 2017
Luis Piñeiro, 10 de abril de 2018
Operar en la profundidad de los hielos y a enormes distancias de una base a tierra firme, presupone la disposición de medios adecuados en cantidad y calidad, además de personal altamente adiestrado y motivado.
La República Argentina comenzó su historia hace cien años en el Continente Blanco, estableciendo trece bases, entre las permanentes y estacionales. Las Fuerzas Armadas son las encargadas de todo el sostén logístico de dichos asentamientos, lo que incluye el transporte naval y aéreo de las dotaciones de reemplazo y la movilización y distribución miles de toneladas de suministros en todas y cada una de ellas.
La existencia de algún núcleo en remotos lugares, a los cuales sólo puede aproximarse un medio naval poderoso ó por medio de lanzamiento de cargas aéreas, dificulta aún más la tarea. Romper profundos campos de hielo, perforando varios metros de espesa capa, sólo es posible si se dispone de robustos rompehielos, que, además, deben abrir paso para que otros buques polares sigan la brecha con su valiosa carga.
Tantos años en el sector implica una experiencia interesante, máximo cuando buena parte de las bases se encuentran en lugares complicados y potencian los esfuerzos necesarios para abastecerlas y conforme, a la vez, a un bagaje técnico y operativo en las tripulaciones antárticas. Conocida es la ausencia del rompehielos ARA Irizar, abriendo la puerta a consecuentes licitaciones internacionales, que a un costo cada año mayor, permiten un abastecimiento regular por medio de buques polares y rompehielos, generalmente de origen ruso.
Infructuosos han sido hasta ahora los...
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