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Domingo, 1 de diciembre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

Los “Guerreros de la Tercera de Asalto” (la antigua Azov), última baza de Zelensky para evitar la caída de Avdiivka

GUERRA DE UCRANIA, OTRO FOCO

“Los guerreros de la Tercera de Asalto” luchando contra los “orkos”, es el eslogan e imagen que abre la página web de esta unidad.
“Los guerreros de la Tercera de Asalto” luchando contra los “orkos”, es el eslogan e imagen que abre la página web de esta unidad.

La Brigada Azov, reconvertida posteriormente en 3ª Brigada de Asalto, es posiblemente una de las unidades sobre las que más se ha escrito (ora para alabar su espíritu de combate, ora para criticar su presunta ideología y explicita simbología de inspiración nazi).

Sin ir más lejos, en esta misma sección se han dedicado dos artículos a la notoria y polémica unidad. En el primero, titulado “Brigada Azov, la unidad emblemática del nacionalismo ucraniano reconvertida en 3ª Brigada Independiente de Asalto: ángeles o demonios”, dábamos cuenta de una reconversión que, mediante cambio de denominación y símbolos, pretendía acallar las acusaciones de afinidad con los ideales y prácticas nacional-socialistas.

El segundo abría con un expresivo titular: “Zelensky, se juega la contraofensiva en Bajmut con tres Brigadas de élite, 3ª de Asalto, 59ª Motorizada y la 80ª Paracaidista”; en aquella ocasión el presidente ucraniano se la jugó y la perdió. Repasaremos ahora lo ocurrido en Bajmut y la que se avecina en Avdiivka.

Los defensores de Avdiivka llevan meses tratando de sobrevivir en refugios y trincheras (obsérvese en el pecho el emblema de la 110ª Brigada).

BAJMUT

Bajmut viene siendo considerada, al menos hasta la fecha, la batalla más sangrienta del conflicto ruso-ucraniano, comenzó en agosto del 2022 y no se dio por concluida hasta el 20 de mayo del 2023, fecha en que el desaparecido Prizgozhin, - dueño y señor de la Compañía Militar Privada Wagner - anunciaba que sus mercenarios habían eliminado los últimos focos de resistencia ucraniana. Justamente un mes antes, el 20 de abril, el Washington Post publicaba el artículo “Ucrania defendió Bajmut a pesar de las advertencias estadounidenses” donde, sobre la base de unas supuestas filtraciones, presentaba un panorama muy gris:

«Meses después de los terribles avisos de Washington que advertían que Ucrania no podría mantener Bajmut ante la avalancha de mercenarios rusos, las fuerzas ucranianas aún se aferran al sector occidental de la ciudad, en lo que se ha convertido en la lucha más larga y mortífera de la guerra. Los informes de Estados Unidos ya eran sombríos en enero […] Washington advirtió sobre el posible cerco de las fuerzas de Ucrania en Bajmut y sugirió que Kiev debería reducir sus pérdidas y abandonar la ciudad»

El mando militar ucraniano también era consciente de la insostenible situación y, en varias ocasiones, aconsejó abandonar la ciudad. Sin embargo, Zelensky consideró que políticamente era inasumible ordenar una retirada cuando llevaba meses anunciando el advenimiento de una triunfal y definitiva contraofensiva. Las diferencias entre la dirección política y la operacional se saldó con el cese de jefe de las fuerzas de Dombás (general Edward Moskaliov, firme partidario de la retirada) y el enfriamiento sine die de las relaciones entre el jefe de las Fuerzas Armadas (el recientemente cesado general Valerrii Zaluzhny) y el histriónico presidente de la nación. Al final, tal y como casi todo mundo venía venir – menos Zelensky y sus palmeros –, Bajmut no pudo resistir.

La caída de la ciudad, probablemente, precipitó la orden de lanzar la contraofensiva en todo el frente, cosa que ocurrió unas dos semanas después de que la totalidad del casco urbano fuese ocupado por las tropas wagnerianas. Pero además, Zelensky que también cree tener grandes dotes como estratega militar, decidió que había que recuperar Bajmut y encomendó tal misión a la muy afamada 3ª Brigada de Asalto.

La unidad emprendió un feroz ataque en la zona de Kleeschevka y Andriivka (no confundir con Avdiivka ) donde a pesar de las sólidas líneas defensivas consiguió hacer retroceder a los rusos. Estos progresos fueron muy celebrados y debidamente publicitados por los medios de comunicación como grandes triunfos.

Sin embargo, la cruda realidad era que entre junio y noviembre apenas se había conseguido avanzar unos centenares de metros y ello a costa de un tremebundo desgaste. La aventura se saldaba con una victoria pírrica que dejó a la 3ª Brigada tan exhausta y maltrecha que hubo de ser retirada del frente para su reconstitución (desde entonces se encontraba casi “desaparecida del combate”).

El lanzacohetes MLRS B-30 Smerch (12 tubos / 300 mm) es una de las armas presuntamente empleadas en el ataque ruso a Selydovo.

Avdiivka

Esta población, fortín ucraniano desde el 2014, tiene una notable importancia estratégica y no menor como símbolo. Desde el punto de vista militar, la guarnición de Avdiivka ocupa privilegiadas posiciones desde donde amenaza y hostiga la ciudad de Donetsk (capital de la “oblast” del mismo nombre). Desde el punto de vista simbólico, Zelensky parece considerar que – ni ante sus aliados exteriores ni ante su opinión pública – puede permitirse más fracasos.

Por su parte, las fuerzas rusas, por análogas razones, vienen dedicando denodados esfuerzos a intentar conquistar este baluarte, tanto para alejar a las tropas enemigas de Donetsk como para minar la moral ucraniana. Así, aprovechando el fiasco de la contraofensiva, Moscú, en octubre del año pasado, decidió echar toda la carne en el asador y, desde entonces, la presión en Avdiivka no ha dejado de crecer.

A principios de año, los combates eran durísimos y la sangría de ambos contendientes terrible. Muchos analistas comenzaron a establecer comparaciones entre Bajmut y Avdiivka. En febrero la situación se hizo crítica, los rusos lenta pero inexorablemente comenzaban a cerrar el cerco. El alto mando militar ucraniano, al igual que en Bajmut, planteaba la opción de una retirada ordenada con la finalidad de evitar el sacrificio de unas tropas que podían ser recuperadas para su posterior empleo.

Sin embargo, el mando político, al igual que en Bajmut, volvió a dar preferencia a los condicionantes propagandísticos. Ésta fue una de las razones que finalmente provocó el cese del general Zaluzhny (cuyas diferencias con Zelensky eran cada vez de mayor calado). El hasta la semana pasada jefe de las Fuerzas Armadas, que abogaba por la retirada y redespliegue de unidades, fue sustituido en el cargo por el general Oleksander Sirsky (según parece mucho más dócil y dispuesto a obedecer sin rechistar las órdenes de su presidente).

Las tropas que todavía sobrevivían en Avdiivka estaban extenuadas y las unidades muy diezmadas (muchas de ellas habían perdido su capacidad operativa por falta de reemplazos). Sin embargo, Zelensky había dado la orden de resistir a toda costa, por lo que no quedaba más remedio que enviar refuerzos a una guarnición que se encontraba al límite. En estas circunstancias se decidió enviar a los sufridos “apaga fuegos” de la 3ª Brigada de Asalto. Sin embargo la unidad, a pesar de llevar varios meses en periodo de reconstitución, no era la de antes.

El principal problema, común a otras unidades ucranianas, es la falta de efectivos. Esta unidad, que en el pasado recibía voluntarios en tropel (nacionales y extranjeros), también está afectada por una rampante crisis de personal. La dureza de los combates, el hastío, las penalidades y las no muy halagüeñas perspectivas han ido haciendo mella en la voluntad de propios y extraños. 

En este contexto, resulta significativo comprobar cómo ha cambiado la política de captación de nuevos candidatos. Hace un año la web de la 3ª Brigada de Asalto era relativamente selectiva (exigía ciertos requisitos psicofísicos e idiomáticos así como instrucción y experiencia militar); además se buscaba personal con formación y conocimientos muy específicos.

La 3ª Brigada de Asalto ha sido desplegada en Avdiivka cuando la batalla parece estar prácticamente decidida.

Sobraban soldados de línea; las vacantes eran sobre todo para zapadores, artificieros y expertos en explosivos, especialistas en mantenimiento de vehículos y armamento y especialidades médicas (intensivistas, cirujanos, enfermeros, soporte vital…). Sin embargo, en el momento presente, la demanda de especialidades ha desaparecido y las vacantes que aparecen en la web son para –  literalmente – “tropa de asalto”; en otras palabras, lo que realmente falta ahora son fusileros-granaderos dispuestos a jugarse la vida en primera línea.

En cualquier caso, inmediatamente después del cese del general Zaluzhny, se dio la orden para que la 3º Brigada se trasladase a Avdiivka. De nuevo, para satisfacer las demandas político-propagandísticas, la operación fue proclamada a los cuatro vientos. Se dio a conocer que la 110ª Brigada  Mecanizada que llevaba en Avdiivka combatiendo sin descanso desde su creación en marzo del 2022 sería retirada y se anunció triunfalmente que sería reemplazada por los “guerreros de la Tercera de Asalto” que cambiarían el curso de la batalla derrotando los “orkos” rusos.

El imprudente pregón puso en alerta a la inteligencia rusa, que no tardó en descubrir que los efectivos, sobre todo los heridos, de la 110ª Brigada estaban siendo trasladados a Selydobo, un pequeño pueblo situado a unos 20 kilómetros al oeste de Avdiivka. Este hecho hacía suponer que la concentración y relevo de las unidades se efectuaría en dicha ubicación. La madrugada del 13 de enero Moscú lanzó un devastador ataque sobre la población empleando misiles Iskander y lanzacohetes MLRS B-30 Smerch.

No nos atrevemos a opinar y mucho menos a pronunciarnos sobre las circunstancias y resultados del ataque, pues ambos contendientes, como en la mayoría de los casos, mienten y desmienten. Según Moscú el golpe fue un éxito y pudo haber causado más de mil bajas, muertos y heridos, entre las tropas salientes de la 110ª Mecanizada y las entrantes de la 3ª de Asalto. Según Kiev, lo sucedido fue no más que un crimen de guerra que provocó varios muertos y heridos entre los civiles que todavía permanecen en Selydovo. Sea como fuere, lo cierto es que la 3ª Brigada de Asalto ha llegado a Avdiivka encontrando un panorama desolador: el jefe de una de sus unidades ha hecho las siguientes manifestaciones:

«Nuestra 3ª Brigada de Asalto está realizando misiones de combate en condiciones que uno apenas puede imaginar. Los enfrentamientos no son simplemente ante una fuerza enemiga superior – el número de enemigos es enorme, aparecen por todas partes. Los combates en Avdiivka son muchas veces más infernales que las más duras batallas de esta fase de la guerra registradas en Bajmut»

Salvo mayúscula sorpresa, en Avdiivka la suerte está echada: el enclave podría caer en cuestión de días o de horas. Parece que ni la 3ª Brigada de Asalto podrá hacer gran cosa. Incluso hay informaciones que apuntan a que sus hombres – cuadros de mando y tropa – que profesaban gran lealtad al defenestrado general Zaluhzny comienzan a cuestionar las órdenes de Zelensky y parecen cada vez menos dispuestos a sacrificarse gratuitamente en disparatadas aventuras.

 


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