El programa de desarrollo de avión de combate de última generación británico Tempest podría sumar pronto un socio internacional si se cumplen los vaticinios recogidos en medios británicos según los cuales Suecia se incorporaría a nivel gubernamental e industrial. De hecho estaría previsto un anuncio oficial coincidiendo con el festival aéreo Royal International Air Tattoo (RIAT) que comenzará el próximo 19 de julio en la base aérea de Fairford.
En el desarrollo de este avión de sexta generación participan actualmente el constructor británico BAE Systems, el proveedor de motores Rolls-Royce y las unidades de negocio británicas de los grupos multinacionales MBDA y Leonardo. El Gobierno británico ha previsto destinar hasta 2.000 millones de libras al desarrollo de esta aeronave que sustituiría a partir de 2.035 o 2.040 al Eurofighter Typhoon actualmente en servicio en la Royal Air Force.
Según los diarios británicos, el Gobierno sueco podría aportar otros 2.000 millones de libras al programa, implicando al constructor aeronáutico sueco Saab, que actualmente trabaja en el desarrollo del Gripen E para Suecia y Brasil. En Suecia, el avión resultante del programa Tempest reemplazaría precisamente al Gripen E que está entrando en servicio, habiéndose entregado dos aparatos hasta la fecha.
Entre otros hipotéticos candidatos para este programa se han mencionado desde Japón, a India pasando por Italia, sin embargo no es descartable que FCAS y Tempest terminen convergiendo a un programa común de aeronave europea, posición que defiende por ejemplo la ministra de Defensa Margarita Robles en base a la necesidad de repartir los altos costes de desarrollo.
Recordemos que por el programa Tempest se interesó el Ejército del Aire, según confirmó el año pasado el general Machés al frente de la Jefatura de Sistemas Aéreos de ala fija en la Dirección general de Armamento y Material (DGAM). Sin embargo España se incorporó formalmente al Futuro Sistema de Combate Aéreo (FCAS) franco-alemán.
Entre las características de esta aeronave estarían una gran capacidad de carga de sistemas o armas, un largo alcance, velocidad y maniobrabilidad, además de sensores de última generación tanto activos (radares) como pasivos (electroópticos) incluso planteándose el uso de armas de energía dirigida como el láser para protección. Además podría desplegar enjambres de drones de pequeño tamaño desde su bahía interna para operar en entornos de acceso complejo (Anti-Access/ Area Denial o A2/AD). Incluiría medios de comunicación con otras aeronaves para operar en red, incluyendo procesamiento de señales mediante inteligencia artificial entre otras características planteadas. (José Mª Navarro García)
Fotografía: Eurofighter y Tempest volando juntos (BAE Systems)