Subfusiles. Un entorno de armas que sigue evolucionando
Revista Defensa nº 466, febrero 2017, Segundo Calpena
Octavio Díez Cámara, 16 de octubre de 2017
El terrorismo del Daesh es una amenaza clara en muchos países occidentales, motivo por el que se está procediendo a reequipar a las distintas agencias de seguridad gubernamentales, regionales y locales para que sus componentes posean una capacidad de protección que no tenían y sean capaces de un potencial de reacción del que carecían.
En ese entorno, hay organizaciones, como los Mossos d’Esquadra, que se han decantado por adquirir 50 fusiles de asalto Heckler & Koch (H&K) G36C del calibre 5,56x45 mm., arma de gran potencia que hasta hace poco era considerada por algunos como impropia del entorno policial general.
Foto: Los modelos de subfusiles más actuales son armas evolucionadas que se benefician de un conjunto de accesorios variopinto para ofrecer unas prestaciones más interesantes (foto Segundo Calpena).
Paralelamente, han adquirido 200 subfusiles H&K UMP del 9x19 mm. Parabellum, que complementan a un número similar que ya tenían y empleaban en unidades como la Brigada Móvil o las áreas de Recursos Operativos. Ahora, en ese entorno de riesgo incierto, se propugna que esas armas, hasta hace poco consideradas como de asalto, pasen a formar parte de la dotación básica de furgones y coches patrulla, con lo cual los agentes que estén cerca de un determinado escenario hostil puedan reaccionar con rapidez.
Situación internacional
Mientras la Policía autonómica de Cataluña actúa así, otras fuerzas de seguridad viven procesos similares. En Estados Unidos se ha incidido en el uso generalizado del fusil de asalto M4 del 5,56x45 mm., a la par que en aeropuertos, centros comerciales, plazas o...
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