Una breve referencia a la historia nos ayudará a comprender las peculiaridades geoestratégicas de Transnitria. En el siglo XVIII, época de máximo apogeo del imperio de los zares, los rusos arrebataron a los otomanos la costa norte del Mar Negro que fue rebautizada como Nueva Rusia (ver mapa 02). Esta región fue uno de los últimos dominios, el más occidental, incorporados al imperio durante aquella época de gran expansión.
Transnitria, una región en una delicada posición geoestratégica (mapa del elindependiente.com)
La zona fue repoblada y por eso los actuales habitantes de Transnitria son de origen y cultura rusa y mantienen solidos vínculos con Moscú. Durante el proceso de disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), la región declaró su independencia de Moldavia autoproclamándose “República Moldava del Dniester”, lo que desencadenó una guerra interna que se prolongó hasta 1992.
En ese momento se alcanzó un acuerdo de alto el fuego que contemplaba la presencia de tropas rusas para vigilar el cese de las hostilidades; desde entonces unidades del 14º Ejército ruso permanecen en Transnitria.
Durante todo este periodo (1992-2022) el conflicto ha permanecido en estado de tensa latencia, pero la guerra Ucrania-Rusia ha encendido una mecha que apunta a una nueva y mayor explosión de violencia. En este contexto, Moldavia se está convirtiendo en el más importante foco de tensión y atención.
Los territorios de Nueva Rusia (conquistas del imperio ruso en el siglo XVIII) (fuente: Elaboración propia)
Operación de falsa bandera
Así, desde hace algunas semanas se viene especulando sobre una posible operación de falsa bandera para provocar algún incidente armado que arrastraría a Moldavia a entrar en la guerra. Sobre esta posibilidad se vienen contemplado dos teorías sobre la base del conocido paradigma geoestratégico que se fundamenta en aquel famoso aforismo "cui prodest scelus, is fecit", (aquel a quien aprovecha el crimen es quien lo ha cometido) que Séneca dejó escrito en su famosa tragedia Medea.
“Cui prodest” Rusia: Moscú podría provocar el incidente para justificar la intervención de sus tropas estacionadas en la región y lanzar una ofensiva desde Transnitria al oeste y desde Jersón al este para hacerse con el control de toda la costa sur del mar Negro ocupando, al menos parcialmente, las oblasts [provincias] de Odessa y Nikolaiv. Posteriormente Moscú podría declarar la anexión de todos estos territorios (incluida Transnitria) obteniendo un éxito mayúsculo, pues se habrían reconquistado aproximadamente los mismos territorios de la denominada Nueva Rusia del siglo XVIII.
Vadim Krasnoselsky, presidente de la autoproclamada República Moldava del Dniester (al fondo las banderas de Transnitria y Rusia)
“Cui prodest” Ucrania: Kiev, aunque hasta el momento ha resistido con solidez y entereza, empieza a tener problemas de reclutamiento. La potencia demográfica ucraniana es limitada lo que ya está provocando problemas de personal (recordemos que se ha decretado la movilización de los hombres de hasta sesenta años). Si la situación no se resuelve pronto, los problemas de movilización irán en aumento y será imposible mantener un esfuerzo bélico prolongado. Aunque los países occidentales sigan enviado armamento, Ucrania podría no disponer de suficiente personal para emplearlo. Desde esta prospectiva, la única salida – un tanto a la desesperada – sería provocar la internacionalización del conflicto ya que la implicación total (incluyendo el envío de tropas) de terceros países, repartiría los costes de una sangría que, de momento, Ucrania soporta en solitario.
Transnitria, por la razones expuestas constituye el perfecto escenario para montar una hipotética operación de falsa bandera. En este sentido hay preocupantes indicios, el principal es que desde hace algunas semanas tanto Putin como Zelensky vienen anunciado tal posibilidad con el objeto de preparar a sus respectivas opiniones públicas (incluyendo a sus respectivos socios y aliados).
Estas campañas propagandísticas se están convirtiendo en una especie de “crónica de una muerte anunciada” pero en formato de incidente armado bajo falsa bandera, lo que está llevando a muchos analistas a afirmar que la guerra en Transnitria es ya cuestión vista para sentencia.