De la panoplia posible de armas que la inteligencia norteamericana pudo elegir para llevar a cabo esta operación, sin daños colaterales según informa el mismo presidente norteamericano, Joe Biden, el sistema seleccionado para liquidar a Al-Zawahiri fue el misil Hellfire R9X, un sistema que fue diseñado en la Guerra Fría para destruir carros de combate soviéticos y que se modificó hace unos años para ampliar su abanico de blancos y permitir operaciones “asépticas”.
El Hellfire R9X, un misil letal de precisión quirúrgica
Con el fin de poder destruir con éxito objetivos propios del combate asimétrico y a la vez reducir daños colaterales, la cabeza de combate del misil Hellfire se transformaba en línea con el deseo de la administración del presidente estadounidense Barak Obama, que pidió un nuevo arma que pudiera ser empleada contra objetivos terroristas reduciendo los efectos sobre civiles próximos.
El empleo de aeronaves no tripuladas como el MQ-1 Predator primero y el MQ-9 Reaper después usando misiles Hellfire fue una política habitual para acabar con terroristas en Pakistán o Yemen. Según datos de 2019 de la organización New America, se habían realizado 353 ataques en Pakistán que habrían acabado con entre 1.659 y 2.683 personas, mientras que en Yemen se registraban 184 ataques con entre 973 y 1.240 víctimas. Sin embargo, estos mismos ataques habían producido 162 bajas civiles en Pakistán y 101 en Yemen.
Así surgió una nueva variante del misil Hellfire denominada R9X que dispone de dos configuraciones distintas, ambas enfocadas a reducir su letalidad. En la primera configuración, la cabeza explosiva de 9 kg. fue reemplazada por un bloque de metal de 45 kg. de peso que golpea con precisión al objetivo final del ataque, habitualmente un terrorista dentro de un coche.
La segunda configuración del misil R9X, sustituye la cabeza de combate por un juego de seis cuchillas de acero que se despliegan justo antes del impacto, de tal manera que a la energía cinética del impacto del misil se suma la acción de estas suertes de cuchillos, de ahí que haya sido apodado como el “Flying Ginsu” en referencia a los populares cuchillos de cocina anunciados en los canales de televisión.
Con estas “herramientas” el Departamento de Defensa y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) habrían atacado distintos objetivos en los últimos años, concretamente terroristas internacionales como Jamal al-Badawi y Ahmad Hasan Abu Khayr al-Masri. El primero fue el ideólogo del ataque al destructor estadounidense USS Cole en 2000, ataque en el que murieron diecisiete personas. Se le abatió con uno de estos misiles disparado desde un vehículo aéreo no tripulado MQ-9 Reaper este mismo año en Yemen. El segundo, un lugarteniente de Ayman al-Zawahiri, fue eliminado en febrero de 2017 en Siria usando el mismo método. El último en caer con este expeditivo método ha sido Al-Zawahiri, jefe de Al Qaeda.