La empresa Top Aces, que proporciona servicios de aviones agresores, ha sido seleccionada por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos para dichos servicios en las bases norteamericanas de Eglin y Luke, donde están basados F-22 y F-35.
La entente se enmarca en el marco del programa de Apoyo Aéreo Contratado de la Fuerza Aérea de Combate o Combat Air Force Contracted Air Support (CAFCAS), que puso en marcha la Fuerza Aérea de Estados Unidos o United States Air Force (USAF) para mejorar su entrenamiento aéreo adversario o Adversary Air (ADAIR) training.
Top Aces es el primer proveedor comercial que proporciona entrenamiento aéreo a la USAF utilizando aviones de combate F-16 en el rol de avión agresor avanzado o Advanced Aggressor Fighter (AAF).
Estos cazabombarderos, que se compraron al Ministerio de Defensa de Israel, fueron modernizados por la empresa a una alto estándar tecnológico, cuentan con un sistema de arquitectura abierta de software, un radar AN/APG-66(V)2A de barrido electrónico activo o Advanced Electronically Scanned Array (AESA), los sistemas de señalización montados en el casco de última generación Scorpion, enlaces de datos tácticos y están dotados de un simulador de lanzamiento de misiles de última generación con alcance más allá de la vista.
Según el contrato, que tiene un plazo de cinco años mediante una contraprestación de hasta 175 millones de dólares, se actuará permanentemente desde las citadas bases de Eglin (Florida) y Luke (Arizona) para dar capacidad ADAIR. En estas instalaciones aeronáuticas, al sur de los Estados Unidos, están basadas alas de caza que encuadran en el primer caso los aviones de combate F-22A Raptor y F-35A Lightning II, ambos de Lockheed Martin, y en la de Luke sólo con los F-35A.
La USAF necesita entrenar continuamente a sus unidades, especialmente a las dotadas con los F-35, en combates aéreos simulados contra un bando contrario o Red Air externo dotado de aviones agresores, como está demostrando estos días en su participación en el curso TLP de la OTAN, que tiene lugar en la base aérea de Albacete.
Así, aunque los F-16 de Top Aces son de 4,5ª generación, sus altas capacidades, tras la referida modernización, les hacen muy aptos para cumplir perfectamente su papel en el entrenamiento aéreo adversario que necesita la USAF. (Julio Maíz Sanz)