Otra de las noticias surgidas de la última reunión de ministros de Defensa de la OTAN que tuvo lugar esta semana ha sido el anuncio de Canadá y Polonia de sumarse al programa de desarrollo de un avión de última generación para misiones de patrulla marítima y vigilancia.
El programa, denominado formalmente “Cooperation on Multinational Maritime Multi Mission Aircraft Capabilities” cuenta por tanto con ocho países, los seis que firmaron en junio de 2017 (Francia, Alemania, España, Grecia, Italia y Turquía) y los dos nuevos socios. Todos están de acuerdo en que los aviones de patrulla marítima con que cuentan comenzarán a darse de baja a partir de 2025 o 2030 por lo que necesitan nuevos aviones no solo para patrulla marítima y guerra antisubmarina, sino también para misiones ISR, es decir, Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento.
Los seis países firmantes inicialmente trabajan desde entonces en la definición de una lista de requerimientos comunes que definirá las necesidades a cubrir y por tanto las capacidades del programa, documento que deberá completarse este año.
Un Airbus MPA-MRTT-ISR?
Recientemente analizábamos el papel del avión A320 MPA como uno de los posibles candidatos para reemplazar los P-3 Orión empleados para patrulla marítima del Ejército del Aire. Se trata de una de las plataformas que podrían optar para el programa europeo, máxime si se trata de países que no han mostrado su interés en su adversario actual, el P-8 Poseidon de Boeing.
Sin embargo como vimos en el caso de las necesidades del Ministerio de Defensa español, se plantea la posibilidad de desarrollar una plataforma que pudiera desempeñar diferentes misiones, bien tratándose de versiones específicas o de sistemas de misión que pudieran o no portarse dependiendo del perfil de la misión. Es el caso de la necesidad de una aeronave para el segmento aéreo o SCAPA del Programa Santiago. En este sentido, la evolución de la tecnología ha permitido emplear aviones cada vez más pequeños para portar sistemas análogos de guerra electrónica, véase los primeros sistemas israelíes montados sobre Boeing 707 y los actuales sobre reactor de negocios Gufstream o similar.
Sin embargo en fechas recientes ha vuelto a plantearse la posibilidad de que la exitosa aeronave MRTT de Airbus pudiera acometer cierto tipo de misiones ISR si se la dota de los medios adecuados para tal misión. La disponibilidad de aviones fácilmente configurables para diversas misiones facilitaría esta tarea, bien actuando sobre aviones ya existentes o apostando por el mismo concepto para nuevos aviones. Dependiendo de las necesidades de cada cliente, los aviones podrían configurarse para desempeñar las misiones habituales de transporte y reabastecimiento en vuelo, pero dotarlos también de fijaciones para recibir cuando sea necesario sensores específicos, como electroópticos o incluso radares multimisión. El gran tamaño disponible y su gran radio de acción jugaría a favor del tipo de misiones citadas como las de patrulla marítima o ISR. Sería una “vuelta de tuerca” al concepto MRTT que redundaría una vez más en el aprovechamiento máximo de las plataformas, reduciendo los costes logísticos al reducir el número de aeronaves distintas y homogeneizando su mantenimiento.
Las necesidades de España: patrulla marítima, lucha antisubmarina y EW
La participación de España en este programa multinacional podría ser el primer paso para cubrir dos de las carencias existentes en el Ministerio de Defensa, concretamente la necesidad de dotar al Ejército del Aire de un nuevo avión de patrulla marítima y lucha antisubmarina que reemplace a los veteranos P-3 Orion y por otra parte, una nueva plataforma para el elemento aéreo del programa de inteligencia Santiago.
El Ejército del Aire emplea los veteranos P-3 Orion del 221 Escuadrón del Grupo 22, parte del Ala 11 en Morón de la Frontera, Sevilla. Tras la baja en noviembre del año pasado del último P-3A sin modernizar que quedaba, disponen de tres aparatos modernizados P-3M dotados del radar El/M-2022, además de equipos de transmisión de datos Link 11, equipos de apoyo electrónico (ESM) de Indra, y procesadores de sonoboyas de SAES, además de las sonoboyas y el sensor de anomalías magnéticas originales. Se trata de una configuración que también fue aplicada a la modernización de los P-3 de la Fuerza Aérea de Brasil, que emplean el mismo radar, igual que sus C-295 de vigilancia.
Se ha determinado la fecha de 2020 como el límite para la elección del sustituto, habiéndose planteado incluso el uso de una plataforma aérea no tripulada del tipo MALE (Medium Altitude Long Endurante), como el Reaper adquirido por el Ejército del Aire, opción, que tras la firma del acuerdo OTAN, cobra menos peso. También se ha especulado con una versión MPA (Maritime Patrol Aircraft) del C295 de Airbus Defence and Space, si bien como analizábamos recientemente su radio de acción y autonomía es menor que las del P-3.
En el caso del B-707 empleado por el Ejército del Aire como elemento aéreo del programa de guerra electrónica Santiago la urgencia es incluso mayor puesto que el avión se dio ya de baja en 2015. En julio de 2016 adelantamos los planes del Ministerio de Defensa para buscar reemplazo a este avión ya que en el marco del programa de actualización del Programa Conjunto de EW Santiago se aprobó el documento de Requisitos de Estado Mayor (REM) que afirman que la denominada Fase II habría dado comienzo este año y se extendería hasta 2028. Esta Fase II contará con un programa de modernización de los sistemas de la Fase I y además de llevará a cabo una ampliación de la Fase I, incorporando un Subsistema de Captación sobre Plataforma Aérea (SCAPA).
Uno de los elementos más destacados de este documento, incluido en la Fase II es el relativo a la adquisición de una nueva plataforma aérea. Quizá el subsistema más conocido del Programa Santiago era el citado avión Boeing B-707 del Ejército del Aire dotado de sistemas de captación de señales (COMINT, IMINT y SIGINT), un conjunto de sistemas embarcados en el avión de guerra electrónica e interceptación de señales denominado TM-17 del Ejército del Aire asignado al 47 grupo Mixto que tenía su base en Torrejón de Ardoz.
En el documento se cita expresamente que las tres opciones que se consideran “posibles” para dicha plataforma son el Airbus A320, el “Gulfstream” o el “Embraer”. En este sentido hay que recordar que a finales del mes de junio de 2015 personal del 45 Grupo del Ejército del Aire pudo evaluar dos productos de esta empresa estadounidense, concretamente un G650 ER (Extended Range) y un G550. Se trata de dos aeronaves empleadas habitualmente como plataforma para la instalación de sistemas específicos tanto de guerra electrónica, de patrulla marítima o de alerta aérea aerotransportada. (José Mª Navarro García)
Fotografías:
·Los ocho firmantes del avión multimisión (OTAN)
·La ministra de Defensa Maria Dolores de Cospedal en la firma de junio del año pasado (OTAN)