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Jueves, 21 de noviembre de 2024 Iniciar Sesión Suscríbase

El Cuerpo de Marines de EEUU busca un misil para obtener capacidad antibuque de largo radio

Las estructuras militares tienen que ir adaptándose a los nuevos tiempos, situaciones hipotéticas futuras y a aquellos escenarios en los que se prevé tengan que actuar en las próximas décadas. Ese marco cambiante ha derivado en un reciente documento, llamado Commandant’s Planning Guidance (CPG), emitido por el Comandante General del Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos (USMC, United States Marine Corps).

Hemos encontrado en sus primeras páginas algunas referencias significativas a lo que se va a requerir a sus unidades expedicionarias (MEU, Marine Expeditionary Units) como fuerzas desplegadas en localizaciones avanzadas. Una de ellas se refiere una zona que se prevé potencialmente problemática en un futuro. Se trata del espacio que queda bajo el control del Mando Indo-Pacífico (INDOPACOM). Para ese teatro, y para otros más, se ha previsto que sea necesario que el USMC tome una mayor capacidad combativa en lo que se refiere a proteger las naves en las que se trasladan sus hombres y su material y a contar con elementos ofensivos de largo radio de acción que incidan, de forma positiva, en sus propias necesidades operativas.

En ese sentido buscan obtener capacidad antibuque de largo radio de acción. Están seleccionando el modelo de misil con el que se equiparán y que pretenden lanzar desde los actuales camiones del sistema de cohetes HIMARS (High-Mobility Artillery Rocket System), sustituyendo el contenedor que le caracteriza por otro conformado para poder operar y lanzar misiles.

Aún no se ha concretado la adquisición, pero seguramente será un sistema similar, por la necesaria comunalidad logística, a los que ya opera la Marina de los EE.UU.; posiblemente optarían por el novedoso NSM (Naval Strike Missile) de Raytheon/Kongsberg, que ya ha sido evaluado en acciones de fuego en el que se le dispara desde contenedores situados en la zona de operaciones aéreas desde la que operan helicópteros en las naves anfibias, aunque también contemplan opciones como el LRASM (Long Range Anti-Ship Missile) de Lockheed Martin.

El USMC ha definido ya su objetivo y parece ser que lo quieren obtener a corto plazo, pues algunas fuentes dicen que para el 2020 querrían intentar su contratación. Al programa se le conoce como Sistema Expedicionario de Interdicción Embarcada de la Marina y Marines (NMESIS, Navy Marine Expeditionary Ship Interdiction System).

Entretanto decidan qué sistema de armas concreto adquirir, lo que se sabe es que con él buscarán obtener una zona favorable en la que los navíos enemigos no puedan operar de forma libre y además incidir en una mayor capacidad naval para defenderse de hipotéticos ataques de terceros. El USMC evoluciona así, como ya lo ha hecho recientemente al desplegar sistemas de interferencia electrónica anti UAV (Unmmaned Aerial Vehicle) en diferentes naves, para tener la necesaria capacidad de respuesta embarcada que se le va requerir en las próximas décadas. (Octavio Díez Cámara)

Fotografía: Ya se han realizado pruebas experimentales, desde diversos navíos anfibios, para proyectar acciones de fuego contundentes sobre tierra empleando los lanzadores HIMARS. (USMC)

El USMC tiene claro que debe aportar una mayor capacidad de combate e integrará misiles antibuque en alguno de sus sistemas de lanzacohetes. (AMRDEC WDI)

Una de las opciones que más se baraja, por su comunalidad con los misiles que ya usa la Marina estadounidense, es el sistema NSM en el que han intervenido Raytheon y Kongsberg. (KONGSBERG)                                       


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