Hemos sabido de los máximos responsables de SIG Sauer, la compañía estadounidense que ha diseñado y fabrica una novedosa munición híbrida del 6,8x51mm para el United States Army, que varios países nórdicos estarían especialmente interesados en obtenerla y proveerse de armas a ella recamarada.
Por esa voluntad, ya se han programado para finales de verano una serie de presentaciones oficiales al respecto y los responsables estadounidenses que lideran esa tecnología de la munición híbrida y de las armas que la disparan viajarán a varias naciones de la zona nórdica europea.
Los cargadores del fusil de asalto XM7 tienen capacidad para 20 municiones del 6,8x51mm que son de tipo híbrido y tienen alta capacidad neutralizadora. Foto: Octavio Díez Cámara
Los ejércitos de estas últimas buscarían ampliar la letalidad de sus combatientes en el actual entorno de crisis que se vive con Rusia y que ha llevado a generar amenazas verbales que han subido la tensión entre los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y los ejércitos del presidente Vladimir Putin.
SIG Sauer ha desarrollado la munición de 6,8x51mm que supone un cambio radical respecto a las del 5,56x45mm y 7,62x51mm estandarizadas dentro de la OTAN. Usando una vaina con culote de acero y cuerpo de latón, que está pensada para soportar unas presiones muy superiores a esos dos cartuchos, han diseñado una munición que impulsa su proyectil de unos 113 grains a una notable velocidad, lo que hace que penetre sin problemas las placas cerámicas que hoy en día, y como resultado de que China las produce a un coste especialmente bajo, se han generalizado en distintos entornos.
La munición híbrida tiene un muy buen alcance, notable letalidad al no quedar frenados sus proyectiles por las prendas antibala actuales y es muy precisa, aunque requiere de armas específicas, como el fusil XM7 seleccionado por el U.S.Army, para dispararla. Hay ciertas limitaciones, como la de un determinado proyectil surgido por y para las necesidades estadounidenses, al respecto, aunque SIG Sauer ya trabaja en diseñar otro de prestaciones casi idénticas que no tenga tal restricción y pueda exportarse a los aliados.
La apuesta a medio plazo, en la que los países nórdicos podrían liderar un cambio que antes o después es muy previsible que se generalice en el marco de la OTAN, implicaría fusiles de asalto y ametralladoras adaptadas al 6,8x51mm buscando la letalidad en combate. No se trata de armas destinadas a unidades de Operaciones Especiales, son armas y munición híbrida que deberían generalizarse de alguna forma en buena parte de las brigadas de combate de los ejércitos para garantizar su capacidad de choque, aunque en una primera fase seguro que coexistirán con los cartuchos ahora estandarizados que tienen muchas décadas de uso a sus espaldas.