Hace pocos meses Bélgica eligió el F-35A de Lockheed Martin para sustituir a sus aviones de combate F-16, programa en el que participaban también el Rafale de la francesa Dassault y el Eurofighter Typhoon de Airbus.
La llegada del nuevo avión a Bélgica, cuya elección ya adelantamos en enero, no tendrá lugar hasta 2025. Antes, entre 2023 y 2024 comenzarán las entregas de los primeros ocho aparatos, que sin embargo permanecerán en Estados Unidos para ir formando sus tripulaciones.
Así lo ha adelantado el coronel Harold Van Pee, director del programa ACCaP (Air Combat Capability) del Componente Aéreo del Ejército Belga en una entrevista concedida al medio belga L’Echo donde se incluyen interesantes datos del programa.
Llama la atención el pragmatismo con el que se encara el mayor coste operativo de este aparato puesto que los estudios de 2013 valoraban la hora de vuelo del F-35A como 10% más caras que las de los F-16 a sustituir. Sin embargo la hora de vuelo será finalmente un 30 % más cara, por lo que para compensar este mayor coste se volará un 30 % menos de horas, complementando este menor número de horas de vuelo con el recurso a los simuladores. Además hay que recordar que se adquirirán menos aviones puesto que los 44 F-16A serán sustituidos por 34 nuevos aviones, de ahí que el monto total de horas de vuelo también se prevea menor.
Van Pee estima que los costes operativos anuales de la flota de F-16A son de 222 millones de euros, cifra que se elevará hasta los 229 millones operando el F-35A , sin embargo tampoco parece preocuparle puesto que el documento estratégico donde se incluía el reemplazo de los aviones (Strategic Vission del Ministerio de Defensa) calculaba un coste anual de 270 millones de euros.
También se prevé reducir los costes de mantenimiento al calcular menos horas de inmovilización de los aviones gracias a su sistema de mantenimiento “modular”. No se inmovilizarán los aviones cuando se alcance un número de horas de vuelo sino que se hará según prevea el sistema de mantenimiento integrado según el cual “solo hará falta enviar los componentes a las empresas civiles y sustituirlos por otros”, lo que también reducirá el personal necesario en nada menos que 250 personas en las bases aéreas para tareas de mantenimiento. (José Mª Navarro García)
Fotografía: Bélgica operará el F-35A (Lockheed Martin)