El pasado 17 de junio la compañía Boeing transfirió a la Marina estadounidense los dos primeros aviones de combate F/A-18 de la versión Block III para poder comenzar la campaña de pruebas. Tras este hito está previsto que el primero de estos aviones operativos lleguen a la Navy a comienzos del año próximo.
Boeing entregó un F/A-18E Block III Super Hornet monoplaza y un F/A-18F biplaza con los que comenzarán los ensayos de cara a su incorporación a los portaviones de la Marina y para poder integrar los diferentes sistemas de misión de esta versión mejorada. La versión Block III del Super Hornet cuenta con diversas mejoras que van de la aviónica de cabina mejorada, sensores de nueva generación, mayor alcance o firma radar reducida. Mejoras todas que se unen a una vida esperada que pasa de 6.000 a 10.000 horas de vuelo.
En marzo del año pasado la Marina formalizó el encargo de 78 de estos nuevos aviones por valor de 4.000 millones de dólares. Se trata de un contrato plurianual que contemplaba la entrega de seis aviones durante el año fiscal 2018 y de 72 aviones entre los años fiscales 2019-2021. Se incluye además la opción de adquirir otros seis aviones que serían entregados en los ejercicios fiscales 2020 y 2021, manteniendo las mismas condiciones económicas.
El Block III
La versión Block III del Super Hornet fue presentada por Boeing en 2017 en el evento Sea Air Space 2017, organizado por la Navy League. Este paquete de mejoras hereda alguna de características diseñadas para el Advanced Super Hornet (ASH), una versión del avión que incidía en la reducción de firmas para hacerlo “comparable” al F-35, al menos a los ojos del presidente estadounidense Donald Trump.
Las características que sí se han mantenido de este programa son los depósitos de combustible conformados (Conformal Fuel Tanks o CFT), la cabina rediseñada o el sistema infrarrojo de búsqueda y seguimiento (IRST), solo que en lugar de integrarlo en el fuselaje como en el ASH, se opta por mantenerlo en un depósito de combustible, como ya adelantamos en 2015.
Las mejoras sobre la versión Block II pasan por la adopción de los citados CFTs, de mejor aerodinámica y que liberan puntos de fijación en las alas para armas o equipos y que añadirían 150 millas más de autonomía respecto a los depósitos subalares.
El IRST instalado en un pod, o concretamente en un depósito de combustible modificado es el IRST21 en el que Boeing ha trabajado con Lockheed Martin y que ha sido desplegado en los Super Hornet de la Marina estadounidense. El IRST21 es una evolución del AN/AAS-42 empleado en los F-14D y responde a la necesidad de la Marina estadounidense de disponer de un sensor infrarrojo para sus aviones de combate. En el marco de la modernización del Super Hornet Block II se encargó la instalación de este sensor en un depósito de combustible modificado, comenzando las pruebas en abril de 2014, planteándose la adquisición de hasta 140 unidades. Al funcionar en modo pasivo, a diferencia del radar, el IRST resulta más discreto y permite actuar de forma coordinada con el radar, afinando las amenazas detectadas por el IRST. El pod también puede recibir información de otros radares a través del data link 16, dirigirse a la zona de la detección y confirmar la amenaza sin tener que encender el radar.
En la parte dorsal del fuselaje se aprecia una nueva antena de comunicaciones vía satélite o un data link para compartir datos entre aeronaves. La aerodinámica ha sido mejorada en la parte delantera para reducir la sección radar (Radar Cross Section o RCS), incluyendo un rediseño de la ubicación de los sensores de alerta contra misiles. Por último, cuenta con la cabina rediseñada que se iba a instalar en el ASH ya que se trata de un nuevo display de presentación de datos de gran tamaño diseñado por Elbit Systems of America.
Si el ASH pretendía competir con el F-35C, sobre todo en lo que a la Marina estadounidense se refiere, Boeing parece haber asumido que el avión de Lockheed Martin seguirá adelante como aeronave más sofisticada y furtiva de la Marina, así que se ha centrado en mejorar las capacidades de los aviones ya en servicio para hacerlos más capaces y longevos. En esta línea se pronunció Dan Gillian, vicepresidente de Boeing para los programas F/A-18 y E/A-18G, valorando esta apuesta como de “bajo riesgo y bajo coste”.
Sin entrar en más datos, Gillian afirmó que el nuevo Super Hornet Block III tendrá un alcance mayor y mayor capacidad para portar armas a mayor velocidad y mayor altitud. Este programa de mejoras podría aplicarse en el denominado Service Life Modernization Program (SLMP) que la Marina quiere aplicar a parte de la actual flota de F/A-18E/F. (José Mª Navarro García)
Fotografía: El Super Hornet Block III biplaza (Boeing)
Uno de los dos primeros Block III (Boeing)