La revisión doctrinal que la Infantería de Marina estadounidense está llevando a cabo, sobre todo orientada a su papel en la región del Pacífico, podría suponer la llegada de un nuevo tipo de buque anfibio para la Marina.
Hasta 30 de estos nuevos buques anfibios ligeros, denominados Light Amphibious Warship (LAW) podrían incorporarse a partir de 2023 si el programa avanza como está previsto. Actualmente la Marina está recabando información entre los posibles candidatos, valorando las opciones que van desde un diseño totalmente nuevo, emplear un diseño ya probado o adaptar un diseño existente, incluso de buque civil o comercial.
El Informe del Congreso estadounidense del pasado 6 de mayo incluye una asignación de 30 millones de dólares para el programa de investigación y desarrollo de un “nuevo diseño de buque anfibio medio de próxima generación”. Como suele ser habitual últimamente, se busca un diseño maduro, sin riesgos tecnológicos, que sea barato y rápido de construir. Se espera elegir el diseño a finales de este año y comenzar a construirlos en 2022, además se les prevé una vida útil de al menos diez años.
La Marina busca un nuevo tipo de buque anfibio más pequeño, más barato de adquirir y operar que los actuales y que permita operar más próximo en zonas costeras, incluyendo capacidad de desembarco, al contar con una rampa en la popa para hacer llegar directamente tropas, vehículos y carga rodada hasta la playa directamente.
Entre los requerimientos del buque están una eslora de 61 metros, una cubierta de carga de aproximadamente 750 metros cuadrados, una tripulación que no exceda de 40 marinos y poder transportar al menos a 75 infantes de marina. Deberá poder navegar a 14 nudos y tendrá una autonomía de 3.500 millas náuticas por lo que deberá poder operar durante semanas en mar abierto incluso con malas condiciones. Además de la rampa, se prevé cuente con grúa y cubierta de vuelo para operar un helicóptero.
Este nuevo tipo de buque anfibio servirá para que las fuerzas navales cuenten con medios que le permitan maniobrar y sostener las operaciones en entorno naval y litoral derivadas de los nuevos conceptos de operación relacionados con el control del mar y las operaciones de negación. Estos nuevos buques deberán poder alcanzar la playa, ya sea de arena, grava, piedra o si cuenta con rampas artificiales, actuando como lo hacen los medios de desembarco, pero con un mayor tamaño. Deberá poder desplegar todos los medios rodados de la Infantería de Marina incluyendo carros, vehículos ligeros o artillería exigiendo un mínimo vadeo a estos.
Aunque no se ha confirmado oficialmente, este podría estar basado en el diseño Stern Landing Vessel (SLV) de la compañía australiana Sea Transport Solutions (STS). Este diseño cuenta con una rampa de desembarco en la popa y un diseño de doble casco optimizado para operaciones anfibias.
Se da la circunstancia de que el Ejército de Tierra estadounidense también está desarrollando nuevos buques de desembarco cuyas características analizamos el año pasado, si bien se trata de un concepto más modesto que el que ahora plantea la Navy. (José Mª Navarro García)
Fotografía: El SLV cuenta con todas las características requeridas por la Navy (STS)
El LAW constituye una nueva clase de buque anfibio (STS)