Anders Fogh Rasmussen, secretario general de la OTAN, aclaró durante el día de ayer ante los medios de comunicación que las reducciones “tienen que producirse de forma equilibrada y esperamos ver que nuestros esfuerzos en esa dirección se correspondan por parte rusa".
Según el tratado START III firmado por Obama y Medvédev en 2010, el número de cabezas nucleares se deberá reducir a 1.550 por cada potencia. Además, sólo se podrán contabilizar un total de 800 unidades, que engloben el total de misiles balísticos, cazas y submarinos.
Ambas partes han llegado a un punto en el que ninguno parece dispuesto a ceder. Postura en la que pesa el ascenso imparable de China, que sigue progresando y dando pequeños pasos en la adquisición de armas nucleares, algo que es visto con recelo por la OTAN y Rusia. El Kremlin aclaró hace unas semanas que el contexto había cambiado y que era primordial “involucrar a otros países que poseen armas atómicas en el proceso de reducción de armas nucleares”. Según el último informe publicado por SIPRI (Instituto de Investigación para la Paz de Estocolmo) India, China y Pakistán aumentaron su número de cabezas nucleares disponibles en 2012. En esta partida de ajedrez que juegan Rusia y OTAN (con EEUU a la cabeza) han entrado más participantes, de lo que Rusia parece mucho más consciente. (Javier Martínez)