Si un país europeo tiene claro que asegurar la defensa es primordial, es Polonia, ahora, según se acaba de anunciar oficialmente desde Washington, destinará unos 11.057 millones de euros a la compra de 96 helicópteros AH-64E Apache, a los que precederán varios del Ejército de los Estados Unidos.
El Departamento de Estado de Estados Unidos acaba de aprobar la posible venta a través de un programa militar extranjera o Foreign Military Sales (FMS) a Polonia de 96 helicópteros de ataque Boeing AH-64E y un amplio elenco de armamento y de equipos relacionados por un importe estimado de 12.000 millones de dólares. La información se publicaba el 21 de agosto en la web oficial la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa o Defense Security Cooperation Agency (DSCA), que además notifica al Congreso de esta posible venta.
La operación había sido ya anunciada por el ministerio de Defensa polaco, como ya publicamos. Mariusz Błaszczak, ministro de Defensa polaco, no ha tardado en reaccionar a la esperada autorización de Washington y publicaba en redes sociales: “Aviso importante. El Departamento de Estado ha aprobado la venta de 96 helicópteros de ataque AH-64E Apache a Polonia. Según mis acuerdos con el secretario de Defensa L. Austin, hasta que se completen los procedimientos y los helicópteros comprados se entreguen a Polonia, el Ejército de los Estados Unidos nos proporcionará helicópteros Apache de sus propios recursos”
Con ello se confirma que el Ejército de los Estados Unidos o US Army adelantará algunos de sus AH-64 a sus colegas polacos, con los que las relaciones son excepcionales, de hecho, el pasado 15 de agosto, ya se vieron desfilar sobre los cielos de Varsovia un par de Apaches del US Army.
La ya enfilada adquisición, que se articula a través del denominado programa Kruk, buscaba desde 2016 en principio reemplazar 30 helicópteros Mil M-24 Hind de diseño soviético por modernos aparatos occidentales en una proporción casi de 1 a 1, con 32 aparatos como objetivo inicial. Tras la invasión de Ucrania por Rusia, el Ministerio que encabeza Blaszczak decidió triplicar la flota de helicópteros de ataque, que sería un factor fundamental para batir a las columnas blindadas rusas en el improbable caso de que Moscú lanzase un ataque a este socio de la OTAN.
Además de los helicópteros, la DSCA anunció que el pedido polaco incluye 210 motores T700-GE 701D (192 instalados (dos por helicóptero), 18 de repuesto); 97 AN/ASQ-170 visores de designación y adquisición de objetivos modernizados/AN/AAR-11, sensores de visión nocturna para sus tripulantes (un piloto y un artillero o gunner) modernizados (M-TADS/PNVS) (96 instalados, uno de repuesto) y otros equipos.
Uno de los AH-64E de la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos. (foto Boeing Helicopters)
Potente armamento para los Apache polacos
El Ejército polaco, que será el operador de este material, dotará a sus futuros Apache de un amplio stock de misiles, así la DSCA detalla que se compraran: “ 1.844 misiles aire suelo AGM-114R2 Hellfire; 96 M36E8 Hellfire de entrenamiento o Captive Air Training Missiles (CATM); 460 armas de precisión de ataque al suelo AGM-179A Joint Air-to-Ground Missiles (JAGM), que son de última generación; 508 misiles aire-aire Stinger 92K Bloque I; y 7.650 sistemas guía para WGU-59/B Advanced Precision Kill Weapon System II (APKWS-II).
“Esta venta propuesta respaldará las metas de política exterior y los objetivos de seguridad nacional de Estados Unidos al mejorar la seguridad de un aliado de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que es una fuerza para la estabilidad política y el progreso económico en Europa”.
Los contratistas principales serán Boeing, que fabrica los helicópteros en su planta de Mesa (Arizona) y Lockheed Martin, que manufactura buena parte de los referidos misiles en su fábrica de Orlando (Florida).
También la DSCA detalla que el comprador (Polonia) ha solicitado compensaciones (económicas, fabricación de piezas, mantenimiento en el país europeo y transferencia tecnología), que se definirán en las negociaciones entre el comprador y los citados contratistas, aunque oficialmente el interlocutor es el Departamento de Defensa de los Estados, cuyo máximo responsable es L. Austin. (Julio Maíz)