Se han cumplido tres décadas desde la fecha en que el carro de combate T-90 entró en acción en el Ejército ruso. Fue el 5 de octubre de 1992 cuando el T-90 inició un proceso de treinta años de evolución y de empleo en combate, la guerra en Ucrania ha supuesto este año la destrucción de buen número de ellos.
Este tanque nació en los años difíciles de la Perestroika, de la mano de los diseñadores de la Oficina de Diseño de Ingeniería de Transporte del fabricante ruso Ural, que introdujeron en su diseño distintas experiencias de pruebas y operaciones militares anteriores, que dieron lugar a un concepto con blindaje reforzado, combinado con protección dinámica, un sistema de control de fuego 1A45T Irtyst y el equipo PKN-4S para que el comandante pudiese observar lo que acontecía. Novedades en él fueron el misil guiado 9K119 con 5 kilómetros de alcance o el complejo de supresión electroptica TSHU-1.
El T-90 en sus versiones más recientes es un carro de combate potente y compacto no fácil de neutralizar. (Octavio Díez Cámara)
Larga evolución
Fue el 27 de mayo de 1991 cuando se recomendó su adopción en el Ejército ruso, aunque se retrasó el inicio de la fabricación del tipo T-90 hasta 1993. Ya en 1995 varios de esos carros de combate participaron en los combates en Chechenia donde mostraron una baja vulnerabilidad, aunque las compras por parte de Rusia se suspendieron y Uralvagonzavod estuvo al borde del cierre.
En 1997 fue el Ejército de India el que se fijaba en el T-90S, que validó en una versión con nuevos motores diésel V-92S2 de 1.000 caballos, un chasis mejorado, sistema de control de incendios y visores termográficos en la que tuvo mucho que ver Vladimir Potkin que era el diseñador jefe de UKBTM. Tanto les impactó entonces, que el general de brigada D.Singh manifestó: “en términos de efectividad, el T-90S puede llamarse el segundo elemento disuasorio después de las armas nucleares”. Adquirieron el primer lote de 310 ejemplares suministrados a partir de 2004.
Los T-90 gozan de buena protección y algunos cuentan con un mástil que incluye un designador láser elevable. (Octavio Díez Cámara)
El T-90S se incorporaba también al Ejército ruso al recibir ese mismo año las compañías UKBTM y Uralvagonzavod una orden de compra de los T-90A con torreta soldada, motor de 1.000 caballos y visor termográfico que incorporaron a partir de 2006. En su evolución llegaría en 2011 el T-90MS y a partir de 2021 los T-90M Proryv-3 a los que su fabricante considera como un carro de combate nuevo adaptado para las operaciones de combate modernas; se reemplazó por completo la torre, se modernizaron las unidades de potencia y la transmisión, y se incrementó el nivel de su blindaje, conservando en el T-90M más reciente, versión que se está enviando a Ucrania, una notable fiabilidad y un mínimo mantenimiento. (Octavio Díez Cámara)